Los japoneses y, en general, las culturas Orientales, aparte de ser milenarias, poseen una tradición quizá menos fragmentada que la Occidental, en cuanto a la relación de lo físico con lo espiritual, viéndose reflejada en sus costumbres cotidianas que, en parte, explican el motivo por el cuál Japón es uno de los países más longevos del mundo, con una esperanza de vida de más de 82 años. De hecho, es en Okinawa en donde se concentra el mayor porcentaje de ancianos centenarios del mundo.
Esta calidad de vida es posible, entre otras cosas por estas costumbres que integran como hemos dicho, la parte física con la espiritual y que, a continuación, compartimos contigo.
Tabla de contenidos
1. Comen muchas verduras, legumbres frescas y algas
Occidente lleva tiempo descubriendo el poder y la importancia que tienen las verduras y legumbres frescas y poco cocinadas en la alimentación diaria, sin embargo, en muchos hogares siguen sin figurar como plato principal. En Okinawa, el lugar de Japón con más personas que superan los cien años, muchas de ellas tiene su propio huerto, ya que la dieta japonesa está basada en muchas verduras a la plancha o hervidas como acompañamiento.
Una de sus costumbres más populares es el consumo de algas, que son excelentes para mantener los huesos fuertes, ya que poseen un alto contenido de Yodo (que estimula el metabolismo) además de numerosas vitaminas minerales como niacina, rivoflavina, tiamina, vitamina C, hierro, calcio, potasio, fibra, etc. Los huevos y las carnes rojas se comen muy de vez en cuando.
2. Sustituyen los productos lácteos por otros de origen vegetal
Dos alimentos, probadamente saludable y nutritivos, como el tofu y la soja están muy presentes en su alimentación y dieta. Por ejemplo, a través de la popular sopa de miso, que consumen con frecuencia y que contiene lecitina y ácido linoléico, se cree que hay una relación directa con los bajos índices de cáncer de mama que reporta la sociedad japonesa. Asimismo, en vez de leche de vaca consumen leches vegetales como la de arroz, coco, almendra o soja.
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3. Consumen mucho pescado y poca carne roja
Los japoneses comen mucho salmón y atún rico en Omega-3, así como también pulpo y calamares que contienen altas dosis de Taurina. Todos sabemos que las carnes blancas y, en especial, el pescado son alimentos mucho más recomendables que la carne roja. Tanto por la cantidad menor de grasa que poseen como por el hecho de que la carne de res y la carne de ave son criadas en condiciones que distan mucho de ser saludables, lo que tiene claramente consecuencias a la hora de consumirla, como se han cansado de explicar los protectores de los animales en los últimos tiempos.
4. No beben bebidas frías durante las comidas
En Japón no se acostumbra beber ningún liquido durante la comida. Ellos consideran que es mejor hacerlo media hora antes de comer o media hora después y suelen beber té verde que es rico en minerales y enzimas que favorecen el proceso digestivo, así como todo tipo de hierbas que ayudan a desintoxicar a diario el cuerpo. Y claro, tampoco beben té helado como es costumbre en Occidente, o cualquier otra bebida fría.
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5. Sus costumbres religiosas están bien integradas en su día a día
La religión japonesa es una mezcla de Sintoísmo con Budismo Zen. El Sintoísmo venera a los espíritus de la naturaleza y los japoneses le atribuyen esta energía espiritual a cada elemento de la misma, ya sean aspectos metereológicos como el viento, la lluvia, así como conceptos más abstractos como la fertilidad, o emocionales, como la melancolía. Los japoneses agradecen a los espíritus de la naturaleza que les hayan permitido disfrutar de los vegetales y animales que se sacrificaron para saciar su hambre, así como a todos las circunstancias que hiceron posible y que colaboraron para que ellos pudieran disfrutar de su alimento. Esto genera un vínculo sagrado con todo lo que les rodea, equilibrando a su vez su cuerpo y espíritu.
6. Empiezan el día haciendo ejercicio
Muchos japoneses tienen adquirido en su rutina diaria el sano hábito de levantarse en las mañanas y ejercitar su cuerpo. Lo aprenden desde que son pequeños y es común ver a los niños en las escuelas haciendo ejercicio antes de empezar las clases o a los adultos, antes de ir a trabajar. Saben que al realizar ejercicio, tras estar tantas horas sin mover el cuerpo en la cama, ayuda a que el sistema circulatorio se ponga en funcionamiento activando todas las funciones cerebrales y del organismo gracias al aumento de la temperatura corporal. Una imagen típica de Japón es ver a muchos ancianos practicando al aire libre algún arte marcial como el Tai – Chi.
7. Muestran gratitud de forma habitual
Antiguas costumbres occidentales como la de bendecir la mesa antes de cada comida, se han perdido y sin embargo, tiene su razón de ser y es que nos hemos olvidado del verdadero sentido espiritual que esto conlleva, ya que sentir agradecimiento de forma habitual, ya sea por los alimentos que vamos a comer o por cualquier cosa que tenemos presentes en nuestra vida, es un factor importante para que nuestro espíritu se sienta en paz consigo mismo, y esto repercute de forma muy beneficiosa en nuestra salud. Se sabe que el agradecimiento es uno de los valores espirituales más positivos ya que dota de trascendencia y espiritualidad un acto que para muchos es tan simple y sencillo como comer. Los japoneses agradecen antes y después de cada comida, y también cuando saludan diariamente a sus congéneres.
8. Profesan un respeto especial a su hogar
Para los japoneses, su casa es como un templo. Y así lo demuestran en cómo distribuyen el espacio con una, en ocasiones, exquisita disposición de las cosas, acostumbrando a no saturar con ese toque minimalista y práctico. Cada mueble y cosa ocupa el lugar correcto. Suelen disponer de un jardín o que la casa esté de algún modo en contacto con la naturaleza o al menos, con algún árbol cerca. También dedican un lugar para sus costumbres y prácticas espirituales y profesar respeto hacia sus antepasados. En la entrada principal siempre ubican un espacio para dejar los zapatos y entrar a la casa sin la suciedad que éstos pueden llevar adherida, lo que ayuda también a mantener la casa limpia de bacterias.
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