La complicidad es esencial para mantener una relación de pareja sana y feliz. De hecho la complicidad es una de las caras del amor.
Normalmente, asociamos la palabra complicidad al que esconde o comete un delito con alguien. Pensamos entonces en Bonnie and Clyde, aquella célebre pareja que fue representada en el cine por Warren Beatty y Faye Dunaway que representaban memorablemente a dos amantes que asaltaban bancos en la América profunda de la depresión.
Pero no es necesario en lo absoluto, cometer crímenes con la pareja para generar complicidad, ya que en su acepción positiva, complicidad implica un sentimiento de solidaridad, de lealtad, y de absoluta confianza con la persona amada.
De hecho la complicidad podría consistir en esa chispa que te hace entenderte con una sola persona en una sala llena de gente. La mirada cómplice, la sonrisa cómplice implican un punto de diversión y seducción en la relación entre dos personas.
Aunque, como no, los primeros cómplices son los amigos, pueden existir padres y hermanos cómplices y estos últimos son un clásico. Pero la complicidad entre dos personas garantiza la vida larga y saludable de la relación amorosa.
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La importancia de ser cómplices estando en pareja
Si una pareja no afianza y cultiva su complicidad, inevitablemente se irá distanciando, porque la complicidad es la que te permite saber cómo se siente tú pareja, en qué está pensando, qué le preocupa o qué le alegra.
La falta de complicidad es la única que explica, por ejemplo, que tu marido lleve un año acostándose con tu mejor amiga y tú no te hayas dado por enterada. Luego vienen los llantos. Pero si uno se pone a pensarlo bien. ¿Cómo es posible que si vives con alguien, te acuestas con alguien y te levantas con alguien a quien dices amar resulta que esta persona se esté acostando desde hace ¡un año!, con tu mejor amiga y tu ni siquiera te des cuenta?
¿Tiene lógica? No, pero sabemos que el amor no es lógico. Sin embargo, lo que está claro, más allá de que ambos son unos traidores, es que tú no tenías complicidad con tu pareja, porque no tenías ni la menor idea de lo que le estaba pasando por la cabeza.
Y ojo, la complicidad no tiene nada que ver con celos excesivos, ya que estos más bien denotarían una falta de complicidad. Lo bueno, es que el amor es como la jardinería, se trata de regar las plantas, darles suficiente calor y agua y evitar que crezca maleza y que el descuido estropee las cosas.
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Mejorar la comunicación:
La comunicación es muy importante para la complicidad en la pareja. Ser capaces de hablar con nuestra pareja de nuestros sentimientos y escuchar los suyos no solamente durante acaloradas discusiones sino saliendo a cenar una noche o a caminar y hablar de las cosas que nos importan, es una terapia necesaria que todas las parejas deben realizar a veces. Porque sucede que a veces ,las personas que viven juntas y tienen hijos se ven tanto y tan constantemente que nunca se detienen a hablar, a compartir, afianzar su complicidad.
Tratar de acostarse juntos:
Las parejas deberían intentar siempre irse juntos a la cama. Se ha demostrado que las parejas que hacen esto mejoran su comunicación ya que esas conversaciones previas antes de dormir aumentan la confianza y permiten desarrollar conversaciones profundas y mantener abierta la vía de la comunicación.
Mantener encendida la llama de la pasión, es decir, no descuidar la vida sexual:
El sexo es una de las cosas que más se resiente con la rutina. Y la actividad sexual, aparte de resultar beneficiosa para cada uno de los miembros de la pareja por separado es lo que más ayuda a reforzar los lazos de complicidad entre dos personas. La cantidad de hormonas, así como la intimidad que genera el acto sexual son uno de los ingredientes maestros de las buenas relaciones de pareja.
Coquetear con la pareja, invitarla a una escapada romántica, sorprenderla con una botella de vino y un paseo a la playa, llevarle flores, bombones, todos esos clásicos disparadores de la sensualidad son clásicos precisamente porque remueven la libido y despiertan el entusiasmo. Y claro, hacer todo lo posible por explorar con la pareja las infinitas y muy divertidas posibilidades del sexo.
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La buena educación y los besos:
Parece mentira, pero hay gente que cree que cree que cuando tiene mucha confianza con alguien puede abandonar los modales y dejar de hacer sentir cómoda y apreciada a su pareja. Dar los buenos días siempre y con una sonrisa, besar a la pareja para saludar, para despedirse , porque sí y en cualquier momento es una manera de mantener encendida la chispa y generar numerosos momentos de complicidad. Regalar un halago y practicar el sentido del humor.
Evitar desayunar o comer con la pareja chateando por el smarphone o no guardar espacios con la pareja libres de interrupciones telefónicas o de otro índole es absolutamente necesario para evitar que se pierda la complicidad entre dos personas.
La fidelidad y la confianza:
Finalmente la complicidad entre dos personas se basa en que puedes confiar en esa persona, que estará ahí para ti en las buenas y en las malas. Alguien que será capaz de cometer un crimen por ti si queremos decirlo de forma dramática.
Pero lo cierto es que la complicidad entre dos personas en una cuestión de absoluta confianza entre los dos. Y para que eso se de tenemos que cumplir nuestras promesas, ser honest@s y finalmente ser consecuentes con ese amor que tenemos por nuestra pareja.
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