Nuestro bienestar siempre dependerá de numerosos factores, entre ellos la vinculación existente entre el optimismo y la salud. Las personas que son optimistas hacen frente a los problemas directamente y tratan de no huir de ellos, lo que hacen es pedir consejos y buscar una solución. Así es que el estado de ánimo influye en nuestra salud, de hecho existen enfermedades que dependen en gran medidas de nosotros mismos como es la tristeza, la depresión, el estrés o el nerviosismo. Si pudiéramos saber con total claridad cuales son los estados emocionales que nos causan mucho daño, trataríamos de apartarlo de nuestras vidas, ya que impiden la felicidad. Está claro que el optimismo no es una opción que podamos aceptar o rechazar, pero si se puede aprender a adoptar esta actitud, pues está al alcance de todos. Las personas optimistas son más insistentes y no se dan fácilmente por vencidos, además no se ven como indefensas sino que se creen capaces de lograr grandes cambios. Esto repercute de forma muy positiva en la salud tanto física como mental.
Una actitud positiva ayuda a reducir los factores de riesgo cardiovasculares, como es la hipertensión, el colesterol o la presión arterial. Según investigaciones realizadas hasta el momento cuando una persona ha hecho algo mal y se convence así misma que lo ha hecho peor, cuando lo vuelve a intentar obtiene un pésimo resultado. Por lo general, aquellos que son optimistas padecen menos estrés que los pesimistas, ya que creen en sus capacidades y esperan de la vida cosas buenas. De tal modo que todos los aspectos negativos, lo perciben como algo que pueden superar. Los optimistas no se tomarán cualquier hecho a la tremenda, pues le dan a las cosas la importancia que tienen, ni más ni menos.
Cabe destacar que gracias al realismo somos conscientes de como estamos, mientras que el optimismo nos ayuda a llegar mucho más lejos de lo que podamos imaginar. Si al futuro se le añade el ingrediente del optimismo, será mucho más sencillo llegar a donde queremos.
El optimismo y sus beneficios
- Adiós a la depresión: Las personas optimistas suelen tener menos problemas de depresión porque ven su vida de una forma positiva, por lo que intentan aprovecharla al máximo.
- Sociabilidad: el optimismo y la autoestima van juntos, debido a que si la persona tiene confianza en si misma no tendrá problema para interactuar.
- Emprendedores: Mirar al futuro con una visión positiva ayuda a llevar a cabo las ideas sin pensar en el fracaso.
- Relaciones: el optimismo mejora cualquier tipo de relación, ya sea familiar, social o de trabajo.
Buscar el lado positivo de las cosas, ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, ya que aparecen sentimientos de bienestar y nos proporciona una gran fuerza y energía para enfrentarnos al día a día y situaciones complicadas.