Un elevado número de personas comparten un miedo común, la fobia a espacios cerrados. A ello se le denomina claustrofobia y se caracteriza por la ansiedad o el pánico a permanecer durante un largo tiempo en ascensores, túneles o lugares con una escasa ventilación.
Las personas que padecen este miedo experimentan numerosos síntomas como ansiedad, sudoración, llanto, ataques de pánico o aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria. Se trata de unas de las fobias más comunes, que afecta aproximadamente al 5% de la población. Su origen depende de la persona e incluso puede heredarse de padres a hijos.
La ansiedad que genera la claustrofobia, es una reacción inconsciente de alarma ante una situación que podría ser peligrosa. Por una parte, provoca impaciencia y preocupación, por otra, una descarga de adrenalina en el organismo que incita a huir rápidamente de la situación. La claustrofobia como cualquier tipo de padecimiento, presenta varios niveles. Asimismo, el miedo que experimenta una persona en un lugar cerrado puede afectar gravemente a su salud, ya que aumenta el nivel de estrés y disminuye la paciencia. En ocasiones, una persona con claustrofobia, también abandona la vida social, al considerar que es incapaz de acudir a bares o establecimientos pequeños y con poca ventilación.
Claustrofobia y tratamientos
- Respiración: Las técnicas de relajación y respiración son fundamentales para dominar la ansiedad, por lo que ayudan a superar la tensión que se puede generar frente a una situación temida.
- Técnica Cognitivo – Conductual: Un método que se centra en analizar qué situaciones provocan ataques de pánico o miedo, de tal forma que el paciente las debe valorar de un 1 a un 10, siendo el 10 el nivel máximo de angustia al que llega el paciente. De este modo, toma consciencia de lo que teme y a lo que debe hacerle frente. Posteriormente, el psicólogo enseñará técnicas de control, así como los pensamientos negativos que se puedan generar. En el proceso, el paciente debe acudir a aquellos lugares que le provocan claustrofobia y seguir las técnicas indicadas por el especialista hasta eliminar el miedo por completo y controlar la situación.
- Optimismo: Aunque la persona esté en un momento de miedo intenso, debe pensar en todo aquello que le hace feliz o sonreír. Por tanto, evitar asociar la situación con pensamientos negativos, sino con proyectos,ilusiones, etc.
- Naturopatía: Se basa en una alimentación sana y que no contenga ninguna sustancia excitante como el café, bebidas con cafeína, etc.
- Fármacos: Se recurre a los fármacos cuando el caso es muy grave, pues para la mayoría de psicólogos y algunos psiquiatras, el suministro de medicamentos para tratar las fobias no siempre es necesario.
Las terapias ayudan a que las personas con fobias puedan controlar la ansiedad y llevar una vida totalmente normal. Por ello, es fundamental la colaboración con el terapeuta y ser consciente que es un problema del que se sale con ayuda de un especialista.