El artículo ha sido verificado para avalar la mayor exactitud posible en el mismo , este contenido inserta enlaces a sitios célebres y medios acreditados . Todo el contenido de aliciagalvan.com se ha comprobado , pero, aún así , si consideras que nuestro contenido pudiera ser impreciso , poco o nada actualizado , o bien , ambiguo , puedes contactarnos y procederemos a hacer las correcciones que fueran necesarias .
Con frecuencia, tenemos la costumbre de pensar mal de las intenciones de otras personas, principalmente cuando sus acciones o pensamientos nos afectan de forma directa. Así es que, cuando alguien de nuestro entorno hace algo que no nos convence o no nos gusta, nos damos motivos a nosotros mismos para considerarlo como ataques personales. Un claro ejemplo de ello es el whatsapp. ¿Cuántos malos entendidos se crean a través de dicho medio?
Cuando pensamos mal, centramos toda nuestra atención en lo que dice o hace esa persona, para reafirmar nuestros propios pensamientos. Lo que sucede en la mayoría de casos, es que imaginamos una situación que no es real. Por ejemplo, cuando creemos que nuestra pareja es infiel y lo vemos mirando el móvil, pensamos «No se corta ni un pelo, ya lo mira hasta delante de mi». Otra terrible consecuencia de pensar mal, es que culpamos a otras personas si las cosas no salen como queremos, pues asimilamos que no ha sido por nuestra culpa y nos quitamos responsabilidad.
Lo que está claro es, que sin darnos cuenta, deterioramos las relaciones con los demás. Sin querer, nos vamos a mostrar fríos y distantes al pensar que todos traman algo contra nosotros. Por tanto, la solución se encuentra en tratar de ser más realistas y acabar con nuestros miedos e inseguridades. Del mismo modo, debemos intentar eliminar los pensamientos negativos sobre todo lo que nos rodea e intentar ver la parte positiva.
Claves para no pensar mal
- Es fundamental hablar sobre el tema que tan mal nos sienta. En ocasiones, pensamos mal porque existen problemas o ideas que necesitamos comunicarle a los demás. No es bueno guardarnos todo, pues hay cosas que deben ser habladas.
- Limpiar nuestra mente a menudo, es importante si no queremos pensar mal de todo y todos. De este modo, controlamos más nuestros propios pensamientos, por lo que debemos despejar nuestra mente al menos una vez al día. En este sentido, la meditación puede ser de gran ayuda.
- El origen de un pensamiento negativo sobre algo o alguien, puede encontrarse en nuestros propios miedos y el punto de vista que adoptamos ante las cosas. Por ejemplo, en lugar de pensar: «Lo hace para llevarme la contraria», podemos pensar: «Lo hace por mi bien».
- Cuando reflejamos que sabemos aceptar las críticas del día a día, le damos menos vueltas a las cosas y no pensamos mal del resto.
- A veces, no podemos pensar con claridad y tendemos a pensar en negativo. En esos momentos, debemos parar y decirnos a nosotros mismos «No tiene sentido que piense de este modo».
Otro aspecto que ayuda, es pasar tiempo con personas optimistas y que no le dan muchas vueltas a una misma cosa. Nos ayudará a tomar una actitud similar.
En definitiva, existen numerosas técnicas que nos ayudarán a no pensar mal, pero todo dependerá de nosotros y nuestras ganas de modificar mencionado comportamiento. Como dijo el pintor francés, Francis Picabia:
«Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección».