Prácticamente todas las personas hemos podido experimentar alguna vez en la vida, al conocer a alguien nuevo, una sensación inexplicable dónde la reacción es de rechazo inmediato hacia esa persona, sin razón aparente ni motivo alguno se tiene la certeza de que dicha persona jamás te caerá bien.
Los motivos que explican por qué con algunas personas sentimos rechazo y una falta absoluta de conexión tiene una base científica, siendo el cerebro el encargado de generar este tipo de reacciones subconscientes.
Y es que a nivel inconsciente está demostrado científicamente que tan sólo ocho segundos bastan para que la mente dictamine si la persona que se acaba de conocer es de nuestro agrado o todo lo contrario.
Explicación científica del rechazo inmediato
Los expertos en la materia explican que esto es debido a que la imagen de la persona recién conocida se graba en el lóbulo frontal del cerebro, analizando todos los rasgos en un tiempo récord en el que, a través de las neuronas espejo, que son las encargadas de desempeñar las capacidades cognitivas y de memoria ligadas a la vida social tales como la empatía y la imitación, proyectan al resto del cuerpo la sensación que determina si la imagen que recibimos de la persona es agradable a nuestros sentidos o no.
A este proceso se le conoce como neurología empática y hay dos causas científicas que explican dicho proceso:
- Test de compatibilidad: Existe una proteína que se llama complejo mayor de histocompatibilidad que se encarga a través del sistema inmunológico, de realizar una interpretación sobre la compatibilidad genética que existe con la persona que se está conociendo.
- Hacemos un escáner instántaneo: La memoria escanea eficazmente los rasgos físicos, olor, risa, tono de voz, gestos y mirada de la persona que acabamos de conocer. Recurre a todos los recuerdos del pasado registrados allí, y si existe alguien de nuestro pasado que nos evoque sensación de rechazo por la razón que sea y la relacionamos inconscientemente, acabamos proyectando esa misma sensación con esa persona recién conocida.
Aunque los avances científicos en la actualidad nos puedan aportar respuestas a este tipo de cuestiones tan intangibles que han existido desde siempre entre las relaciones, también sabemos de sobra que a veces las primeras impresiones son erróneas y debemos aprender a no dejarnos guiar por ellas.
Y es que también hemos podido comprobar alguna vez en la vida que, tras experimentar esa sensación de rechazo inmediato, luego con el tiempo, conociendo mejor a esa persona, puede incluso llegar a convertirse en una amistad o alguien con el que poder compartir momentos inolvidables, si le damos una oportunidad. Gracias a esto sabemos que también el cerebro puede llegar a equivocarse en sus conclusiones genéticas.