La filosofía Zen se puede aplicar en nuestro día a día, por lo que no requiere la exclusión absoluta del ruido y de la rutina. Se recomienza para encontrarse a sí mismo, para apreciar el mundo dando respuestas desde el interior y que el silencio pase a formar parte de nuestra vida. No obstante, hay personas que practican este estilo de vida. Nuestro ajetreo provoca que nos alejemos sin apenas darnos cuenta de todo, como es la indiferencia ante cualquier acto, escasa empatía, ausencia de solidaridad y en ocasiones alejarnos hasta de nosotros mismos. La filosofía Zen nos ayuda a una reflexión sobre el ritmo que llevamos y a tener en cuenta que debemos cuidar y mantener nuestra espiritualidad. De tal modo que el día a día y nuestro trabajo se puede compaginar perfectamente con nuestro bienestar espiritual.
Por tanto, el Zen es una disciplina espiritual que se ha hecho un hueco y aceptación en Occidente, concretamente en las últimas décadas del siglo XX. Esto tiene su explicación en el carácter práctico que tiene, al basarse principalmente en un método de meditación espiritual. Hoy en día no se aprecia el ser, sino el tener y ello supone un gran error. Esto radica en que vivimos en una sociedad donde se considera muy importante poseer y consumir estos bienes para alcanzar un determinado status, pero realmente esto no se está enriqueciendo el espíritu. Así es que la verdadera riqueza es la que llevamos dentro de nosotros y que por lo general suele ser desconocida para el resto al ser la que menos se trabaja y dejamos a un lado, llegando a una pobreza de espíritu.
Filosofía Zen para vivir mejor
- Vive el ahora: No trates de volver a momentos de tu pasado, pues el único momento que tienes en tu poder es el presente y es precisamente el que debes aprovechar al máximo.
- Atención en tus actos: Pon especial atención en todo aquello que haces, de tal modo que si escuchas una canción, haces una manualidad, estás estudiando o haciendo un trabajo tu pensamientos y tu mente no se vayan a otro lugar, ya que esto parte de mencionada meditación.
- Imagen: Para aquellas personas que practican el zen y tienen una vida con rutina, no hay mejor forma que una ducha relajante para cambiar la visión del día, además si te sientes bien por fuera también lo estarás por dentro.
- Quiérete: Para comenzar un equilibrio espiritual, es importante quererte a ti mismo, antes que a cualquier otra persona. Pues quererte te proporcionará bienestar, seguridad y contar con relaciones cuyas bases sean el amor y el respeto. Así es que acéptate tal cual eres, pues serás una persona idónea para muchos.
- Deseos: Al igual que te debes valorar a ti mismo también tus deseos deben ocupar tus prioridades a la hora de tomar decisiones.
- Responsabilidad: Eres la persona más importante para ti mismo/a por lo que debes tratar de cuidarte, mimarte y mirar por ti. Ten tus espacios, lugares y entorno.
- Expresión: Una persona que habla de una forma lenta y pausada transmite una mayor confianza.
El Zen no cuenta con una escrituras sagradas a seguir, ya que los conocimientos se han difundido durante siglos a través de maestros y la forma oral. Mencionada práctica es muy positiva para la salud, pues aleja de trastornos.