“Erase una vez, una joven muy buena llamada Cenicienta”. Así comienza una de las historias más conocidas de Disney. Con la joven y el príncipe azul como protagonistas.
En ese cuento, una chica sufre maltrato por parte de su madrastra y hermanastras. La historia termina con final feliz, la joven es salvada por su príncipe azul.
El chico de este cuento representa al hombre perfecto. Por desgracia, muchas mujeres son víctimas del conocido como «síndrome del príncipe azul».
Hablaremos de lo que es, de sus implicaciones y de cómo afrontarlo.
Tabla de contenidos
¿Qué es el síndrome del príncipe azul?
El síndrome del príncipe azul, también conocido como complejo de Cenicienta, es una condición en la que la mujer siente la necesidad de contar con la figura protectora del hombre perfecto.
Este síndrome suele caracterizarse por una baja autoestima, dependencia emocional y una visión poco realista del amor.
¿Cuáles son las principales características?
Si crees que puedes padecer el síndrome del príncipe azul o de Cenicienta, aquí tienes algunas señales a las que debes prestar atención:
- Sueles tener relaciones cortas.
- Frecuentemente te adentras en relaciones no correspondidas.
- Acostumbras a tener mala relación con tus parejas.
- Vives con un sentimiento de soledad.
- Tiendes a tener una valoración negativa de los hombres.
- Cuentas con una figura paternal poderosa.
¿Qué origina este problema?
La imagen idealizada del hombre perfecto es una de las causas de fondo de este síndrome.
El perfeccionismo llevado al extremo se convierte en insostenible, de ahí que las relaciones de estas mujeres suelan ser cortas y traumáticas. A menudo tienden a culpar a los hombres de “su imperfección”.
Por otro lado, las relaciones más prometedoras también se desvanecen ya que la mujer con este problema se centra en los fallos y no en las virtudes.
Además, suelen tener una imagen paternal de gran poder en su infancia, lo que les influye y lleva a buscar relaciones con otros hombres de perfiles similares.
¿Cómo evitar caer en el síndrome del príncipe azul?
Lo más importante es comprender que no necesitas ninguna figura perfecta y protectora en tu vida. Es solo un ideal. Todos, incluida tú, tienes defectos. Cuanto antes lo asumas, más realistas (y felices) serán tus relaciones.
También es recomendable trabajar tu autoestima, aprendiendo a quererte y a aceptarte tal y como eres. Descubriendo que se puede ser feliz sin la supuesta perfección que añoras.
Otra virtud que te ayudará a establecer relaciones sanas con otros hombres es la paciencia. Sé paciente en el amor, no hay otro camino. Acepta los defectos de los hombres junto con los tuyos propios. Ábrete al verdadero amor. Al real, no al de Disney.
El síndrome del príncipe azul se basa en la idealización y el perfeccionismo. Es un problema frecuente en nuestra sociedad que genera infelicidad e inseguridad. Manejar las expectativas de forma realista es la mejor vía para evitar caer en este síndrome.