El delicioso Shakespeare describió los celos como un «monstruo de ojos verdes» y es que los celos tienen ese carácter ambiguo de algo que, en una pequeña dosis, es demostración hasta de romanticismo, pero que en un momento dado y muy fácilmente, puede convertirse en un monstruo capaz de acabar con la relación de pareja y con la vida de sus protagonistas.
¿Un Monstruo? Tampoco será para tanto. Quizá lo de «los ojos verdes» resulte más fácil de creer y es que cuando empezamos una relación amorosa o, incluso en ciertos estadios de la misma, una muestra de celos por parte de nuestra pareja puede parecernos una muestra tierna de aprecio y de defensa de la relación.
Por eso es que la cita sobre el monstruo de ojos verdes reza completa:
«Oh! mi señor, cuidado con los celos. Son el monstruo de ojos verdes que se burla de la carne de la que se alimenta.»
La carne de la que se alimenta es el amor y la burla corresponde a que, creyendo que protegemos algo importante para nosotros, podríamos en realidad dañarlo y despreciarlo. Porque los celos, aunque son una emoción que los psicólogos y estudiosos aún no logran concluir si es biológica o solamente cultural, son una emoción básica que sentimos casi todos a lo largo de nuestra vida y por diversos motivos.
Pero que Shakespeare no exageró al llamar monstruosa, porque si crece desproporcionadamente (y crece muy fácilmente) puede arrasar con todo y volvernos el verdugo de nuestra pareja. O volvernos, (y es igual de malo, aunque peor) las víctimas de un@ obsesiv@ poseíd@ por los celos. Dónde termina ese camino, lo podemos leer, lamentablemente, en la prensa cada demasiado poco tiempo.
Pero, sin ir tan lejos, podemos verlo en esa parejas cercanas que parecían tenerlo todo para ser felices hasta que uno de sus miembros fue engullido por el monstruo de los celos, convirtiéndose en un obsesivo que controló, insultó y maltrató a su pareja convencido de que ésta le era infiel.
Porque los celos son una muestra de desconfianza, estamos diciéndole a la persona que amamos veladamente, que es una traicionera infiel capaz de irse con el primero (o la primera) que se le atraviese. Porque los celos atacan por igual ambos sexos, aunque por cuestiones culturales han sido usados como mecanismo de control por parte de todos los machistas del mundo.
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¿Cómo son los celos?
Esencialmente tememos perder algo que es muy importante para nosotros por la presencia de un tercero. Se da en la infancia con la llegada de un nuevo hermanito, que irrumpe en la relación perfecta que un niño tiene con sus dos padres. Se da, según Freud, con el complejo de Edipo en el cual el niño odia a su padre porque tiene celos de la atención que su madre le prodiga. Esta es la primera muestra de celos que aparentemente se da en nuestra psicología.
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Luego crecemos y según algunas experiencias emocionales que van moldeando nuestro carácter adquirimos consciencia de ciertas emociones. La gente celosa, sabe que lo es. Porque los celos duelen. El temor a perder lo que se tiene es la raíz de los celos.
Y en el caso de las relaciones de pareja , el celoso va generando resentimiento con esa persona (su pareja amada) que constantemente amenaza con «abandonarlo» «traicionarlo» «dejar de considerarlo lo más importante de su vida» «dejar de necesitarlo»
Entonces comienzas las agresiones y las actitudes destructivas para con la persona que el celoso dice amar con tanta desesperación. Por eso decía el bardo inglés que «se burla de la carne con la que se alimenta.»
Cómo evitar convertirse en un monstruo sin ojos verdes
A menos que tengas los ojos verdes de antemano, primero que nada, hay que averiguar si tienes un problema. Esto es fácil con este Test exprés, respondiendo a las siguientes preguntas:
- ¿Estás sufriendo en la relación porque no te fías de tu pareja? ¿Piensas que te miente y te oculta cosas? ¿Suelen tener discusiones violentas y repentinas por celos? ¿Te caen mal todos sus amigos, amigas y familiares (exceptuando a su abuela) y no sabes por qué? ¿Su mascota te repugna también?
- ¿Sientes como una patada en el estómago, cada vez que tu pareja le sonríe a otra persona? ¿Te montas películas en la cabeza que dejaría a Bertolucci como un autor de cortometrajes? ¿La llamas más de cinco veces al día aunque vivas con ella?
- Si contestas afirmativamente más de cuatro respuestas, definitivamente eres una persona celosa y tienes un problema.
- Ahora trata de enfriarte por un momento y pensar racionalmente lo siguiente:
Primero que nada tienes que revisarte a ti mism@ y a tu historia emocional. Saber si efectivamente estás sufriendo un ataque de celopatía, cosa que sabrás fácilmente porque las personas celosas son reincidentes, y si te resuenan en la cabeza y la memoria las voces de tus EX parejas diciéndote cosas cómo: «¡Me asfixias! ¡no me dejas respirar! ¡eres muy malpensand@! o directamente «Aunque te quiero, no puedo seguir contigo porque eres muy celos@!
- Si esto es así, tenemos claro que es un problema que has venido arrastrando.
Pero ojo, existe un mínimo porcentaje, dentro de las cosas que hemos venido describiendo, de que sí tengas motivos reales para desconfiar de tu pareja. Si esto es así, lo primero y más importante que debes hacer es:
Mejorar la comunicación con tu pareja:
Si desconfías de tu pareja porque te ha mentido reiteradamente, te ha sido infiel en algunas ocasiones y se la pasa encerrado chateando toda la madrugada, tú tienes un problema de masoquismo pero, una buena noticia, no eres celópata. Es probable que lo que seas es evasiva y estés autoengañándote tratando de pillar en algo a una pareja que está pillada hace años.
Ahora, si no es el caso y sencillamente ocurre que, desde que tu pareja empezó en ese nuevo trabajo, se la pasa pegado en el Whatsapp y tiene amigos y amigas que tú no conoces, pues es totalmente razonable que le comentes a tu pareja como te sientes y le pidas que te implique un poco más en su nueva vida.
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No te vuelvas dependiente:
Una persona celosa es una persona dependiente que pareciera tener pocas ocupaciones si se la pasa todo el día revisando cuántos «Me gusta» le dan a su pareja en el Facebook y quién se los da. Si tienes demasiado tiempo libre y pocas metas personales que cumplir contigo mism@ es normal que te vuelvas un celópata compulsiv@. Alguien muy grosero diría «búscate un oficio» nosotros te recomendamos que te quieras a ti mism@, o sea, que mejores tu autoestima y veas lo poco que se tiene que valorar alguien a sí mismo para pasar mucho tiempo haciendo algo así.
Respeta a tu pareja:
Una relación que no esté basada en el respeto está condenada a fracasar. No tiene salvación. Si realmente amas a tu pareja debes respetarla, claro que eso por pasa por el punto anterior, que te respetes a ti mism@, pero si logras hacerlo te darás cuenta que es una falta de respeto muy grande estar invadiendo la privacidad de tu pareja, su espacio y su tiempo en tratar de descubrir si miente y si tu amor es una farsa. Es una falta de respeto al amor también. No lo estás valorando y dudas de él mucho si crees que es tan endeble y se lo puede llevar el viento (u otra persona) a la primera de cambio.
Vive el presente:
Olvida tu pasado y deja de tenerle miedo al futuro, o lo que dicen la mayoría de las religiones y filósofos del mundo: Vive el presente. Si tu pareja te fue infiel en el pasado y lo perdonaste tienes que olvidar eso, porque sino lo haces no lo habrás perdonado sino que habrás creado una maquiavélica y rebuscada forma de venganza consistente en hacerle la vida a cuadritos con tu desconfianza permanente, en la que la mayoría de las discusiones terminarán contigo echándole en cara todo el daño que te hizo. O eso va a ser lo que te diga el día que te deje.
Si fueron otras parejas las que te fueron infieles, revisa si tienes un patrón
¿Todas te fueron infieles o solamente un porcentaje pequeño? si todas te fueron infieles y además todas se parecen a tu pareja actual y hacían lo mismo que esta hace en la actualidad es probable que te esté siendo infiel. Pero buena noticia: No eres celópata.
Si no fue así y no tienes un patrón de infieles en tu curriculum amoroso no tendrías por qué preocuparte tanto. Y por otra parte , finalmente lo que significa vivir el momento es que nadie puede saber lo que va a pasar en el futuro. Existen tantas posibilidades de que tu pareja se enamore de otra persona y te deje como de que no lo haga.
Venus es la diosa más caprichosa del Panteón Olímpico. Nunca se sabe porque motivo alguien va a ser infiel o te va a dejar, por quién, cómo o cuándo.
O si será incapaz de hacerlo a pesar de todas las tentaciones. O si lo hará y se arrepentirá y volverá. O si lo harás tú (aunque claro, seguro que tú estás segur@ de que no lo harías jamás)
¿Qué ganaría alguien angustiándose antes de que pase algo sobre lo que no tiene ningún control?
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Cambia tu forma de pensar
Los celos son una forma de envidia. El motivo por el que Caín mató a Abel fueron los celos. Un sentimiento que es desagradable, confuso y angustioso no tiene nada de bueno. Y aunque sea una emoción esencial que tenemos desde la infancia no quiere decir que no pueda controlarse y ponerse en su sitio como lo que es: una emoción desagradable que causa más problemas que alegrías y que debemos mantener a raya si queremos disfrutar de relaciones humanas saludables y verdaderamente amorosas. En los celos no hay amor, priva más el egoísmo y otras emociones que no son nada generosas.
Si te valoras a ti misma, lo único que podrías decir ante todas esas posibilidades tan reales como fantasmales a la vez es, decirte a ti mism@ con la mayor convicción posible: «Él o ella se lo pierden» y seguir para adelante. Esa sería la actitud más sana.