Cuanto más perseguimos la felicidad, más se nos escapa. Es curioso, pero casi siempre sucede así. Cuanto más buscas, menos encuentras. Quizá por esa razón a veces dejamos de confiar en la vida.
Es fácil verse atrapado por preocupaciones, miedos y obstáculos que parecen insalvables y que nos impiden disfrutar plenamente de cada día.
¿Qué hacer para volver a confiar en la vida? Existen enfoques sencillos que pueden ayudarte a ver la situación con otra perspectiva.
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Da gracias a la vida
Sé que esto puede chocar. ¿Cómo vas a dar gracias a la vida si todo te va mal o si nada te motiva?
Pues sí, la gratitud es una de las mejores formas de cambiar tu perspectiva y empezar a enfocarte en lo positivo. Recuerda que lo anterior (perseguir la felicidad) no funciona.
En vez de perseguir, agradece las pequeñas cosas:
- Levantarte sin dolor cada mañana.
- Tener una persona especial a tu lado.
- Escuchar el canto de los pájaros al abrir la ventana.
Hay muchas cosas por las que puedes ser agradecido, sólo tienes que empezar a prestarles más atención. Ese hábito de dar gracias cada día generará en ti una sensación de confianza y felicidad.
Vive este momento y nada más
El pasado ya ha ocurrido, el futuro es incierto. Pensar en lo que fue o en lo que será te provocará sentimientos complicados de gestionar.
Mejor enfócate en el aquí y ahora. Aprovecha cada momento. Disfruta de lo que haces y encuentra la belleza en las pequeñas cosas.
Sé que esto es fácil de decir y complicado de poner en práctica. No se trata de intentar hacerlo de la noche a la mañana, pero sí de trabajar para que el pasado te importe poco (o nada) y el futuro deje de angustiarte.
Al fin y al cabo, sólo existe este momento. El ahora es lo único que está bajo tu control.
Confía más en la vida, supera tus miedos
Los miedos suelen paralizarnos. Hay que ahondar en ellos para encontrarle sentido a todo esto.
El miedo más común que impide luchar por nuestra mejor versión es el miedo al fracaso. A veces preferimos estar mal, pero en nuestra zona de confort, que lanzarnos a probar cosas nuevas que nos gustaría hacer.
Eso que deseas, puede ser de lo más variado:
- Cambiar de trabajo.
- Mudarte a una nueva ciudad.
- Romper con tu pareja.
Hay cosas que no haces por miedo. Eso a lo que resistes podría darte una nueva perspectiva de la vida. ¿Qué tal si empiezas por ahí?
Encuentra un propósito
Esta es la clave para que todo lo demás funcione. Tener un propósito en la vida te dará la sensación de dirección y significado que quizá ahora mismo no tienes.
Reflexiona sobre tus pasiones, intereses y valores.
Identifica aquello que te apasiona y busca formas de integrarlo en tu vida. Al perseguir un propósito, encontrarás más sentido a esto que llamamos vida. Será más fácil que te levantes cada mañana con una gran sonrisa.
Acepta los cambios que trae la vida
La vida es cambio. Es así y no podemos hacer nada por evitarlo. Todo cambia a nuestro alrededor y así seguirá siendo durante el resto de nuestros días.
Está bien. En lugar de resistirte a los cambios, ábrete a la posibilidad de crecimiento y transformación.
Adapta tus planes y expectativas cuando sea necesario y abraza la oportunidad de evolucionar. Cuando todo parezca turbio, recuerda que cada cambio trae consigo nuevas oportunidades y experiencias enriquecedoras.
Confiar en la vida vale la pena. No existen los trucos para alcanzar la felicidad, sólo los procesos continuos. Trabajar en ti es el único camino para que todo lo que sucede a tu alrededor cobre sentido. Cree y disfruta del viaje.