Las alergias son esas reacciones que tenemos cuando nuestro organismo detecta una sustancia “peligrosa” para nosotros pero que es inofensiva para el común de las personas. En los últimos años los índices de alérgicos y la variedad de las alergias han ido en aumento, llegando a representar un alto porcentaje de la población que las padece.
Desde el punto de vista de la medicina tradicional, las alergias son consideradas como una enfermedad del sistema inmunológico que no tiene cura y cuyo tratamiento es de manera paliativa, evitando aquello que origina la reacción alérgica. Sin embargo, si profundizamos un poco más, la alergia es entendida como una resistencia emocional e inconsciente que, en palabras de Freud por ejemplo, tiene que ver con un miedo, es decir, la causa inicial es la respuesta a un temor o una inquietud inconsciente.
Desde el punto de vista de la medicina holística e integral, las alergias representan la no aceptación de aquello que simboliza lo que las provoca. Por ejemplo, los gatos son el símbolo de la independencia emocional, así que la alergia a los gatos representaría la resistencia y la no aceptación a la propia independencia o libertad emocional.
La respuesta emocional de algunas alergias
Además del significado de la alergia hacia los gatos, algunos otros ejemplos (los más comunes) y lo que simbolizan, son:
- Polen: Esta sustancia simboliza la semilla de la creatividad. La creación siempre irá unida al nacimiento de algo nuevo, que a su vez, representa la muerte de lo viejo. El temor de lo que supone esto provoca la alergia hacia el polen.
- Alimentos: Cada alimento al que sé es alérgico representa un aspecto emocional en concreto de nuestra vida. Al comerlos sentimos cómo si dicho aspecto, que resulta peligroso para nosotros, y al que representa, nos invadiera y reaccionamos para defendernos.
- Polvo: Esta sustancia está relacionado con el miedo inconsciente al cambio o a lo desconocido, sobre todo, a un cambio de estado, como el que representa la muerte.
- Pelos de animales: Cada animal, así como los alimentos, representa un aspecto específico de nuestra personalidad que no aceptamos y rechazamos. De forma generalizada, ser alérgico a los pelos de los animales, es una condición de resistencia hacia las actitudes que representan nuestro innato poder personal.
Características psicológicas de las personas con alergias
Se estima que todos somos potencialmente alérgicos, por lo que desarrollar una alergia es algo bastante fácil y común. Sucede cuando nos vemos sometidos a experimentar una situación muy estresante o traumática para nosotros y que, en el momento, no sabemos digerir, ni tampoco expresamos una respuesta emocional en consecuencia. Nuestros sentidos registran todo este proceso con la intención de dar aviso cuando se vuelva a presentar en el futuro un “peligro” similar que puede amenazar nuestra tranquilidad.
Las personas que son alérgicas presentan unas características psicológicas comunes que, al tener conciencia sobre ellas, tendrán más posibilidad de solventar la alergia. Dichas características son:
- Se muestran hostiles y susceptibles en exceso hacia una persona, o bien, no saben canalizar una situación concreta. Por tanto, han de identificar en qué situación o qué persona (normalmente es alguien cercano) es la que le genera este estado, independientemente de aquello a lo que es alérgico.
- Poseen una profunda necesidad de ser aceptados por los demás y de agradar en todo momento. Un paso hacia delante para curar la alergia es aprender a detectar esta tendencia y aprender a no depender de la aceptación y reconocimiento de los demás para sentirse bien con uno mismo, interiorizando la creencia de que no hay que mostrar sumisión para conseguir ser amado.
- Suelen ser personas contradictorias porque se sienten disgregados entre el deseo y el rechazo de una misma idea o sentimiento. Posiblemente, también esta contradicción la recibió al ver la conducta opuesta de sus padres. Han de identificar si esto fue experimentado en su niñez o adolescencia.
- Existe una pulsión inconsciente de querer llamar la atención del entorno, que procede desde la infancia. Se relaciona con la creencia de que si estamos enfermos o “en peligro” es la única manera de encontrar la atención por parte de los seres queridos.
- Tienden a bloquear el natural disfrute de los placeres de la vida. Las alergias suelen indicar el nivel de intolerancia de la persona que la padece, según sea su grado. Los alérgicos poseen un miedo irracional a vivir plenamente la vida, y sienten que no hacen las cosas de manera correcta. Esta negación interna hace evidente que existe una parte que no admite de sí mismo y su lucha inconsciente es grande.