El yoga es en esencia unión y liberación. Este término deriva del vocablo sánscrito que significa “unir”, es la unión del hombre con la madre cósmica o fuerzas sutiles de la naturaleza, a través de la respiración y la meditación. Ante todo, el yoga es una actitud ante la vida y que constituye una nueva y específica concepción de la propia existencia y se podría añadir que acorta la distancia entre el hombre y la divinidad, pero, no entendiéndola como el Dios occidental, sino como una fuerza integral, esto quiere decir que todo aquel que pretenda estudiar yoga debe situarse en el universo con un sentido cósmico, para estimular la idea de integrarse con él y colocándose en la mejor posición para captar las vibraciones positivas y armónicas mediante la técnica de respiración y control de pensamiento y emociones.
El yoga es “liberación”, especialmente en el terreno material que es donde desarrollamos nuestra vida y nos carga con el peso de hábitos y afanes que nos esclavizan a necesidades cada vez mayores: pasiones, complejos y vanidades, que son incomprensibles para la mentalidad oriental cuyo terreno espiritual mantiene inalterable su concepto de vida. La práctica del yoga permite al hombre realizar una expansión de su propia consciencia. Hace que perciba las realidades sutiles que escapan a la percepción de las personas comunes y apreciar, desde otro punto de vista, los hechos de la existencia diaria. Es así como podemos liberarnos de traumas y lastres que nos apartan de la armonía interna. Por lo tanto, de la felicidad.
El término felicidad se empieza a reformar con la llegada del yoga. Es indiscutible que vivimos un mundo y una época de transiciones, atormentado y posiblemente desesperanzado. El ritmo intenso de la vida y los estímulos negativos hace que las pasiones marquen el compás de la existencia y nos convierte en seres insatisfechos e incomprendidos. A través del yoga y de la nueva actitud mental que conlleva se produce un “reacondicionamiento” de las emociones, y lleva a quien lo practica a comprender que la vibración armónica en el plano mental y emocional constituye el principio único de la ansiada felicidad.
Tabla de contenidos
La ley yoga y 5 cinco prohibiciones:
- No matar, pero con el sentido de no hacer mal a ningún ser viviente y relacionada con la estricta dieta vegetariana oriental, ya que un consumo excesivo de proteínas, como se hace en las dietas occidentales, propicia los impulsos pasionales y los odios, que el yoga intenta controlar.
- No robar, en el sentido de respeto a los derechos de los demás y la consecución con sus actos del término justo entre la conveniencia personal y los derechos del prójimo.
- No mentir, esta norma tiene estrecha relación con la anterior. El camino para llegar a la “Verdad” no pasa por la mentira.
- Control de las pasiones, a través del control mental que el iniciado debe llevar sobre sus impulsos pasionales, sabiendo definir y calificar aquellos que puedan perjudicar al prójimo o a su propia evolución espiritual.
- Extirpar la ansiosa necesidad de lo superfluo, ya que esta necesidad nos aparta del plano espiritual. El excesivo apego a los bienes materiales les aparta de la armonía interior ayuda al desarrollo de todos los aspectos negativos de su personalidad.
Yoga y puntos esenciales
- Respiración: De pie, sentado o acostado, tanto en la inhalación como en la exhalación debe haber un movimiento ondulatorio y rítmico. Para la exhalación o expulsión de aire, se sopla lentamente por la nariz en tres tiempos: primero, el aire de la zona del abdomen, para lo cual lo ahuecamos; segundo, el aire en la zona de las costillas, y, finalmente, a la altura de la cúspide de los pulmones, para lo cual bajamos lentamente los hombros. Para la inhalación, también por la nariz, seguimos el mismo orden y con una duración de ocho segundos.
- Concentración: Para esta práctica es aconsejable el mayor aislamiento posible, tal como se buscaría para orar, ya que las posturas constituyen oraciones. En la concentración no solamente deberemos buscar el aislamiento exterior, sino, además la liberación de todo lo que nos aprisione en el terreno de la materia densa. Antes de iniciar las posturas corporales se han de efectuar respiraciones tal y como se explica más arriba, y en numero no inferior a catorce veces.
- Elevación: En un lugar aislado, donde exista la mayor calma y a la hora más adecuada (lo más alejada posible de las comidas, preferiblemente antes del desayuno ). Antes de comenzar se debe decir esta oración: “ Oh, divina energía de la vida, enséñame a vivir menos en la materia densa y muéstrame el camino hacia la luz cósmica. Haz sentir en mi ser tu vibración, aparta de mí las pasiones para que yo sea sólo un reflejo de tu sabiduría y paz infinitas.
Yoga místico y posiciones
- Primera posición. (Sobre la punta de los pies, con el cuerpo bien erguido y los brazos extendidos hacia arriba) En esta postura, relaje la columna vertebral juntando los brazos tan alto como le sea posible y llevando el ritmo respiratorio yoga de manera armónica, procure aflojar todos los músculos y, con las palmas vueltas hacia delante, piense que, junto con la inhalación, penetra una vibración cósmica que, llegando hasta la punta de los dedos de los pies, se eleva lentamente por la columna vertebral para llegar hasta la punta de los dedos. En esta postura debe hacer siete respiraciones completas y en una duración de unos tres minutos.
- Segunda posición. (Con la planta de los pies bien apoyados en el suelo, el cuerpo erguido y los brazos abiertos hacia arriba) En esta postura como en todas hay que tener muy en cuenta de la incorporación de un todo cósmico y la limpieza de pensamientos y emociones.
- Tercera posición. (Igual postura que la anterior con la diferencia de que los brazos son extendidos hacia los lados, a la altura de los hombros, con las manos hacia abajo, de forma flácida) En esta posición el practicante debe pensar que el fluido penetra por las yemas de sus dedos. Es como si fuera absorbiendo las corrientes magnéticas, cósmicas, a través de sus dedos hacia la cabeza.
- Cuarta posición. (Misma posición anterior, pero con los brazos extendidos hacia delante) Se debe visualizar como a través de los dedos se absorbe la vibración cósmica y la dirige al plexo solar.
- Quinta posición.(Con las manos puestas en la cintura y los pies bien apoyados en el suelo, curvar el cuerpo lo máximo posible hacia atrás, con la cara mirando al cielo). Las cuatro posturas anteriores han servido para entrar en contacto con nuestras extremidades y la absorción de fluido cósmico. En esta se buscan ciertos estímulos sobre vísceras, columna y glándulas. Esta postura no debe mantenerse por más de tres minutos.