El trastorno Dismórfico corporal conocido también como dismorfobia es uno de los tantos trastornos de ansiedad que parecen tomar auge en una sociedad preocupada por la imagen.
La dismorfobia consiste en una alteración de la percepción en la que la persona víctima del trastorno se obsesiona con algún defecto de su cuerpo (real o imaginario) hasta niveles que pueden llegar a ser fatales.
Al ser un trastorno obsesivo compulsivo está ligado a otra serie de enfermedades o problemas psicológicos que se unen al mismo, formando un cóctel que termina siendo desolador para sus víctimas: la anorexia, por ejemplo (que es un trastorno alimentario) se origina en un trastorno dismórfico corporal (percepción errada de su peso) que lleva a la persona a no alimentarse correctamente, así como la bulimia y en otros casos (la persona se siente inadecuada o fea) produce el aislamiento social y agorafobia o ataques de ansiedad.
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La dismorfobia y la moda
Podría existir una cara de la moda no tan frívola como para darse el lujo de decir «víctimas de la moda» y quedar impune. Nuestra sociedad asocia el éxito a dos cuestiones básicas, el poder del dinero y la belleza física, que a su vez otorga poder en el ámbito sexual.
Las personas con dinero quieren tener también belleza y los que tienen ambas pueden considerarse triunfadores.
La dismorfobia ataca principalmente a jóvenes de clase alta y curiosamente, a personas que suelen ser más atractivas que el promedio.
En la adolescencia, antes de que el dinero sea un valor importante, la belleza marca la pauta. Los más populares son los bellos, son los invitados a las fiestas y los que todos quieren tener como amigos.
Síntomas de la dismorfobia
- Sus primeros síntomas se manifiestan a raíz de las mismas exigencias sociales, la belleza y la salud son un complemento tanto o más importante que la ropa o el calzado.
- La dismorfobia puede generar o provenir igualmente de trastornos de ansiedad relacionados a la fobia social.
- Comportamientos repetitivos, rituales en el arreglo personal.
- Abuso de alcohol y drogas, automedicación.
- Bajo rendimiento académico o laboral.
- Ansiedad, baja autoestima.
- Se suele confundir con un exceso de vanidad , ya que estas personas pasan por evitar mirarse en el espejo o mirarse de manera compulsiva y constante.
- El objeto de su preocupación puede ser desde el tamaño de su nariz, la forma de las orejas, la calidad del pelo, o cualquier otro rasgo al que la persona víctima de este trastorno atribuye una fealdad o una presencia exagerada.
- Contrariamente a lo que se suele creer, la dismofobia no ataca especialmente a las mujeres, sino que también afecta al sexo masculino por igual.
- Es muy difícil de diagnosticar, ya que se confunde con la inseguridad propia de la adolescencia y los afectados llega un momento que por vergüenza no suelen hablar de su condición.
- Aunque se origina en la adolescencia y allí se manifiesta con mayor fuerza para ir disminuyendo con los años, no necesariamente esto ocurre siempre y hay muchas personas que no logran superar su condición.
- Síntomas parecidos a los de la anorexia, como preocupación excesiva por el peso, unidos a fobias sociales y a una actitud muy severa consigo mismos son rasgos de los dismorfóbicos.
- La dismorfobia conduce al aislamiento social y a la depresión, coincidiendo además con una alta tasa de mortalidad.
Causas de la dismorfobia
- Como es el caso de la mayoría de estos trastornos compulsivos, no suele tener una sola causa ni ser igual en todas las personas.
- El abandono afectivo, un pobre ejemplo, los abusos o la necesidad de atención están en el origen de de casi todos los trastornos psicológicos.
- Un hecho traumático, una herencia genética y el bombardeo de los medios publicitarios que dictaminan lo que es bello y por tanto, lo que es bueno, pueden ser culpables de que el 2 % de la población norteamericana (casi cinco millones de personas solamente en Estados Unidos) sufra de alguna de las variantes de este trastorno.
- Casos como el del cantante Michael Jackson, obsesionado con su fisionomía negra o la Cantante Cher , con su récord de cirugías plásticas para rejuvenecer, son ejemplos evidentes y mediáticos de este trastorno.