Vamos a mil por hora. Hoy en día todo es rápido e inmediato. ¿El estrés? Nuestro fiel compañero de aventuras. Relajarte y meditar es una de las mejores decisiones que puedes tomar en tu día a día.
Solo necesitas 5 minutos. Puedes dedicarle más, pero empezando por ese insignificante tiempo ya notarás mejoría.
La meditación y la relajación son herramientas capaces de reducir el estrés y mejorar tu calidad de vida. A continuación, te presentamos cinco técnicas efectivas para relajarte.
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Respira profundo
Esta es la técnica más sencilla, efectiva e infravalorada que vas a encontrar. La puedes aplicar en cualquier momento, incluso ahora mismo.
Aunque lo mejor es hacerla con atención plena. Para ello, busca un lugar cómodo y cierra los ojos. Luego, respira lentamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Trata de concentrarte en tu respiración, sintiendo cómo el aire entra y sale de tu cuerpo.
Esto ayudará a calmar la mente y reducirá el estrés. Los pensamientos aparecerán en tu mente, intenta no juzgarlos, simplemente obsérvalos.
También puede ayudarte mucho practicar yoga. Es una práctica milenaria que combina ejercicio, respiración y meditación.
Y lo mejor: tiene muchas variantes: Hatha, Bikram, Ashtanga, Vinyasa y muchas más. Es fácil que puedas encontrar el tipo de yoga que mejor encaja contigo.
Cualquiera de esas variantes te hará ser más consciente de tu cuerpo y mente. Pero si lo que buscas es relajarte, nuestra recomendación es el Yin yoga. El más lento y meditativo de todos. No demasiado conocido, pero ideal para relajarte y reconectar con tu cuerpo.
Meditar con música
Hay una “técnica” que pocos aplican, pero que también resulta muy útil para calmar la mente. Tan simple y efectivo como escuchar música relajante.
Está demostrado (en personas y animales) que la música tiene un poderoso efecto en las emociones y el estado de ánimo.
Tienes muchas alternativas:
- Música clásica.
- Sonidos ambientales o de la naturaleza.
- Música instrumental.
- Canciones celtas.
Puedes poner esa música mientras haces ejercicio, cocinas o realizas cualquier otra actividad. O aún mejor: escúchala ahora, cierra los ojos y disfruta.
Visualizar
Como cuarto ejercicio te proponemos la visualización. Se trata de una técnica de meditación en la que debes concentrarte en algo.
Visualiza un lugar tranquilo, como una playa o un bosque. Siente la paz y la tranquilidad que ofrece ese lugar. Sumérgete en ese escenario. Profundiza en él. Vive la paz que rebosa.
La visualización es muy poderosa. Con solo 10 o 15 minutos de esta práctica, podrás calmar tu mente.
Meditar y atención consciente
Hemos dejado para el final una técnica recomendable en cualquier situación. Quizá la técnica de meditación y relajación más poderosa y que mayor efecto tiene. Se trata de la atención plena.
En realidad, es mucho más que “una técnica”. Se trata de una forma de vida. Implica prestar atención al presente, sin juzgar ni analizar.
Y dirás… ¡eso ya lo hago! Quizá no. De hecho, probablemente no.
Piénsalo a fondo. Muchas veces comemos escuchando un podcast, viendo un vídeo o pensando en las tareas que aún nos quedan pendientes. Y eso no solo ocurre con la comida, también suele pasar con el resto de tareas.
Aplica la atención plena en cualquier momento y lugar. Presta atención al ahora, a tus sensación presentes.
Es una técnica muy efectiva porque se puede aplicar en todo momento. Y funciona. Practicando la atención plena de forma progresiva podrás alejar las preocupaciones (sentimientos que viven en el pasado o en el futuro) y deshacer los pensamientos negativos.
Prueba estas técnicas para relajarte y meditar. Desde la simple respiración hasta la visualización o la atención plena. Y recuerda que lo más importante para ver resultados es la constancia. No te rindas. Sé paciente. Pronto te sentirás más relajado y en paz.