A pesar de que, lo que pueda considerar una persona como excitante a nivel sexual, es casi tan variado como lo que considera hermoso o feo, agradable o desagradable o bueno y malo, lo cierto es que numerosos estudios han demostrado que la mayoría de las personas tienen fantasías sexuales más comunes, que atípicas.
Es decir, aunque el tema de las fantasías sexuales se amolda a la moda y a la libertad sexual que tengan las personas involucradas, hay fantasías sexuales en hombres y mujeres que se mantienen invictas a lo largo de la historia y que podrían considerarse las fantasías sexuales más habituales, ya que lo que si han demostrado numerosos estudios es que el 95% de las personas, sean hombres o mujeres, tienen una imaginación sexual muy activa.
Y aunque, a veces, pero no siempre, las fantasías de hombres y mujeres coinciden, existen entre ambos sexos pequeñas diferencias a la hora de pensar sobre fantasías sexuales.
Por ejemplo, aunque las mujeres fantasean casi tanto o más que los hombres, muchas son conscientes de que no desearían que sus fantasías salieran del terreno de la imaginación. Mientras que sus pares masculinos se muestran más dispuestos a que las mismas se hagan realidad. También las mujeres adornan sus fantasías con más detalles y romanticismo que los hombres.
Fantasías muy simples y muy complejas
- Entre las fantasías más sencillas que tiene la mayoría de la gente de ambos sexos, abundan hacer el amor en un sitio público, hacerlo en un ascensor, hacerlo en la playa, etc.
- Otra de las fantasías más recurrentes de hombres y mujeres es hacer el amor con un extraño, hacer el amor con alguien que no es su pareja y también hacer un trío. Esta fantasía, aunque es más común en hombres, también se ha vuelto bastante común en mujeres. La diferencia es que, mientras las mujeres heterosexuales sueñan con ese trío compuesto tanto de dos hombres, como de un hombre y una mujer, los hombres heterosexuales en general prefieren recrearse en la manida fantasía de dos mujeres para ellos solos.
- También es bastante común que las mujeres tengan fantasías sexuales con otras mujeres sin que estén dispuestas a llevarlas a la práctica y sin que se consideren lesbianas. Eso es más raro en el caso de los hombres heterosexuales.
- También numerosos estudios y encuestas han demostrado que en el inmenso abanico de fantasías sexuales que tiene la gente, algunas muy recurrentes son las que están asociadas a esa prácticas conocidas como BDSM (Bondage, Disciplina, Sadismo, Masoquismo).
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- En la mayoría de las encuestas que se hacen, tanto a hombres como a mujeres, abundan las fantasías relacionadas con «bondage» y disciplina: El bondage y la disciplina (BD) tienen que ver con relaciones asimétricas de amos-esclavos, jefe-empleado, profesor-alumno y juegos relacionados con este tipo de situaciones en la que alguien “superior” por estatus o condición, impone su “disciplina” a alguien que está en una situación en la que debe obedecer. Es por eso que a tanta gente le encanta jugar a la “alumna y el profesor” o “el mayordomo y la ama” y también, por lo que tantas personas (hombre y mujeres) fantasean con estar sometidos a alguien de mayor autoridad que les impone disciplina. Eso explica el éxito y alta consideración erótica de novelas como “El amante de Lady Chatterley (1928)” en la que una señora de alta alcurnia tiene un romance apasionado con un leñador.
- Otras de las fantasías más habituales entre hombres y mujeres tienen que ver con Sadismo-Masoquismo: Aunque alguna despistada que no haya leído mucho, podría pensar que las novelas de Corin Tellado han degenerado en el siglo XXI hasta convertirse en “50 Sombras de Grey”, lo cierto es que las fantasías sexuales relacionadas con Sadismo y Masoquismo puede que sean las más viejas y populares de todas. Ser amarrados y estar sometidos a la voluntad de otra persona, ser humillados, o suplicar por la atención de un personaje dominante y frío, así como las violaciones en grupo y las orgías resultan otra de las fantasías recurrentes más habituales.
- También recibir azotes o darlos, así como las cadenas, el cuero, los látigos y las botas: Y, aunque a la mayoría de las personas, les gusta vivir estas fantasías en “ambiente controlado” es decir, sin que pase “de verdad, verdad”, lo cierto es que el padre del Sadismo, llamado el “Marqués de Sade” ya se cansó de escribir sobre eso en el siglo XVIII, y luego, en el siglo XIX, el aristócrata astrohúngaro Leopold von Sacher Masoch fue el responsable, gracias a su obra literaria abundante en “dominatrix» vestidas de cuero y con fusta y hombres arrastrándose por el suelo, quien inspiró el término «masoquismo».
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