¿Tienes la sensación de que todo va muy rápido? En el agitado mundo en el que vivimos, nos enfrentamos a tantas responsabilidades y deseos que puede ser complicado determinar cuáles son tus verdaderas prioridades.
Detenerse un momento y reflexionar sobre lo que realmente importa es un buen consejo para empezar. Pero hay más. Las siguientes técnicas te ayudarán a encontrar lo que verdaderamente te importa. Tus prioridades. Aquello importante de verdad.
Tabla de contenidos
Encuentra tus prioridades con una lista de valores
Empezamos por la estrategia más simple, pero también de las más efectivas. Tan fácil como escribir una lista con todos los valores que consideres importantes en tu vida. Por ejemplo: el amor, la salud, el éxito profesional, la familia, la amistad… Apunta todo aquello que valoras de verdad.
Luego, organiza esos valores en orden de importancia, del más importante al menos importante.
Tómate el tiempo necesario para reflexionar sobre cada uno y pregúntate cómo impactan en tus decisiones y acciones diarias. Al tener claros tus valores esenciales, podrás identificar más fácilmente las prioridades.
El método de las «tres preguntas clave»
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué me hace feliz?
- ¿Con qué acciones me siento más realizado?
- ¿Qué echaría de menos si me lo quitaran ahora?
A diferencia de la técnica anterior, aquí sí debes profundizar. Tómate el tiempo que necesites. Reflexiona a fondo. Piensa en lo que de verdad te llena.
Las respuestas te ayudarán a identificar tus prioridades más profundas y a concentrarte en ellas.
La estrategia del tiempo limitado
Otra buena forma de conocer tus verdades prioridades es imaginar que solo te quedan seis meses de vida. ¿Qué harías? ¿Qué actividades y metas perseguirías?
Este ejercicio mental puede ser duro, pero también resulta necesario. Es lo más potente para darse cuenta de lo que verdad importa. Si lo aplicas, descartarás todo eso que no aporta lo más mínimo.
En la Antigua Roma aplicaban esta técnica con frecuencia. Lo hacían recordando dos palabras: memento mori (recuerda que morirás).
No te martirices con la muerte, la idea no es esa sino descubrir tus verdaderas prioridades de la vida.
El método de las “prioridades periódicas”
Uno de los principales problemas que puedes encontrar al trabajar en tus prioridades es el cambio. Porque todo cambia. Tú cambias, tu entorno cambia y tus prioridades también cambian.
Por eso, es necesario tener una estrategia para adaptar las prioridades. Para ello establece una fecha específica (por ejemplo, cada seis meses o un año) para evaluar tus prioridades y metas.
Reflexiona sobre lo que has logrado, lo que ha cambiado en tu vida y si tus prioridades aún se alinean con tus deseos y necesidades actuales. Si es necesario, ajústalas.
La regla del 80/20
Imagina que has hecho los deberes y tienes sobre la mesa una lista con diez cosas que te mueven y motivan de verdad. ¿Qué hacer ahora? ¿Cómo enfocarlas?
Esta técnica, también conocida como el Principio de Pareto, viene a decir que el 80% de los resultados proviene del 20% de nuestras acciones. Por tanto, del listado que obtengas tendrás que trabajar solo en una pequeña parte. Si tienes diez prioridades, céntrate en dos o en tres.
Este método funciona. Hay prioridades que tienen mayor impacto en tu vida, centrándote en alcanzarás tus metas más rápido y, sobre todo, con menos estrés.
Para descubrir tus prioridades, aplica las estrategias que te hemos mostrado en este artículo. Después, trabaja en ellas con persistencia. Enfócate en lo que realmente importa para ti sin olvidarte de disfrutar del camino.