El pasado pesa como una losa. Con frecuencia, vivimos anclados en él.
Todos cometemos errores. Al fin y al cabo, somos humanos. Pero a veces no podemos evitar juzgarnos con dureza por las cosas que hemos hecho en el pasado.
Eso no es productivo y solo te impedirá vivir el presente. El pasado ya está superado, no tiene sentido seguir pensando en él. Es hora de seguir adelante y centrarse en sacar el máximo partido al día de hoy.
Anota estos consejos para vivir más el presente.
Tabla de contenidos
No insistas en tus errores de pasado
Todos cometemos errores. Forma parte del ser humano. Pero, a veces, nuestros errores pueden perseguirnos e impedirnos avanzar.
Si insistes una y otra vez en recordar esos errores pasados, nunca podrás aprender de ellos y crecer como persona.
En cambio, si aceptas que has cometido un error, aprenderás de él y podrás superarlo.
La clave está en esa palabra: aceptación. Si la comprendes (y aplicas) en profundidad, podrás avanzar de verdad. De lo contrario, te quedarás atascado una y otra vez en el mismo lugar. Revivirás el pasado constantemente.
La próxima vez que cometas un error, no te castigues por ello. Aprende de él y déjalo pasar.
Evita compararte con los demás
Es natural compararnos con los demás. Al fin y al cabo, es una forma rápida y fácil de medir nuestro propio progreso en la vida.
Sin embargo, todo tiene un límite. Si te comparas constantemente con otros, puedes dañar la autoestima.
Engrandecerás tus defectos. Harás pequeñas tus virtudes.
En lugar de compararte con los demás, céntrate en tu propio camino y en lo que estás haciendo para mejorar.
Al establecer tus propios estándares, evitarás los efectos negativos de la comparación y te mantendrás siempre motivado para alcanzar tus objetivos.
El pasado y lo incontrolable no tienen importancia
Si te quedas en el pasado, te perderás el presente. Y si te pasas todo el tiempo preocupándote por el futuro, nunca podrás disfrutar de lo que ocurre ahora.
Esto no quiere decir que no sea importante aprender de los errores, o que no sea prudente planificar. Pero también es vital vivir el momento presente y saborear todo lo bueno que está ocurriendo ahora.
Al fin y al cabo, el pasado ha terminado y el futuro está fuera de tu control. Así que, ¿por qué preocuparte por cosas que no puedes cambiar?
No tiene sentido. Vive el ahora.
Y lo más importante: puedes ser quien quieras ser
No hay límite para lo que puedes conseguir. Sal ahí fuera y persigue tus sueños. Sé valiente. Sé audaz. Sé tú mismo.
No dejes que nadie más te diga quién debes ser. Tú tienes el control de tu propio destino, haz que sea bueno.
Vive la vida al máximo y nunca te conformes con nada menos que lo que te haga feliz. Al fin y al cabo, solo tienes una oportunidad en esto que llamamos vida.
Dejando de pensar en el pasado y empezando a vivir el presente sucederán las cosas. Serás más feliz y productivo. Tendrás menos estrés. Esto no es motivación de baratillo, es la realidad. Vive el ahora, está en tu mano.