¿Sientes que llevas constantemente el peso del mundo sobre tus hombros? Si es así, puede que sufras el síndrome de Atlas.
Cuando hablamos de “llevar el peso del mundo” nos referimos a algo metafórico, pero que deja clara la responsabilidad que puedes estar sufriendo.
Este trastorno se caracteriza por un abrumador sentido de la responsabilidad y por una sensación de que todo esté bajo control.
Abordaremos las claves síndrome de Atlas y te contaremos cómo afrontarlo.
Tabla de contenidos
¿Qué es el síndrome de Atlas?
El síndrome de Atlas es un trastorno caracterizado por un sentido de la responsabilidad excesivamente fuerte. Las personas que padecen este trastorno suelen sentir que tienen que asumir todas las tareas y responsabilidades.
Tal es la responsabilidad que sienten, que con mucha frecuencia provoca ansiedad, estrés y agotamiento físico. Estas tres piezas son comunes en el síndrome de Atlas.
La razón de fondo es la obligación moral de «poder con todo». La imposibilidad de derrumbarse o de transmitir cierta debilidad.
El problema es que las personas que lo sufren son conscientes de que están al límite de sus fuerzas, saben que sería conveniente bajar el ritmo. Sin embargo, les resulta imposible. A así es como entienden la vida y así han sido siempre: 100% responsables.
¿Qué causa el síndrome de Atlas?
No suele haber una sola causa del síndrome de Atlas. Por lo general, es el resultado de una combinación de factores:
- Una figura paternal o maternal muy exigente.
- Un historial de traumas o adversidades.
- Un tipo de personalidad perfeccionista.
- Una visión poco realista de uno mismo y de las propias capacidades.
- La falta de apoyo de los demás.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de este síndrome pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, hay algunos rasgos comunes que suelen observarse en las personas con este trastorno:
- Estrés y ansiedad.
- Dificultad para relajarse.
- Agotamiento.
- Irritabilidad y mal humor.
- Problemas para concentrarse.
- Pérdidas de memoria.
- Dificultad para dormir
El síndrome de Atlas puede ser un problema serio que complique el día a día. La buena noticia es que existen medidas y tratamientos que te pueden ayudar.
¿Cómo actuar frente a este síndrome?
Baja el ritmo. Probablemente pensarás que todo en tu entorno es tu responsabilidad, que tienes mucho peso a tus espaldas. Los hijos, la familia, el trabajo, un marido exigente…
Y puede que así sea. Pero todo eso no te está haciendo bien. Frena. Para y replantéate la situación. Cuando vives con el síndrome de Atlas lo más útil es reflexionar.
Pregúntate si realmente hay alguien que pueda encargarse de las tareas que tanto te angustian. Aprende a delegar. Si no fuera imposible, acepta que tal vez tengas que bajar el listón en tus exigencias (hacer menos o no hacerlo perfecto). Necesitas frenar.
También es importante que te cuides física y mentalmente: meditar, practica yoga o realizar deporte te ayudará a reducir tus niveles de estrés y te dará la energía que necesitas durante el día a día.
El síndrome de Atlas es un trastorno relativamente común y peligroso. Puede llegar a agotar e incapacitar a la persona, por eso es tan importante abordarlo desde la base.
Si estos consejos te parecen insuficientes, habla con un profesional de la salud mental, él te ayudará a deshacer la madeja.