La gratitud es más que una simple palabra de agradecimiento; es una potente herramienta de crecimiento personal capaz de convertirte en una persona más feliz. ¿Cómo hacer para fomentar el crecimiento personal a través de la gratitud?
Porque sí, se pueden dejar atrás las ataduras y empezar a vivir de forma plena. Practicando la gratitud con constancia, no sólo empezarán a suceder cosas buenas a tu alrededor sino que apreciarás lo que ya tienes, incluso aunque no tengas nada material.
Ahora bien, ¿cómo aprovechar el poder de la gratitud en tu vida diaria?
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Escribe un diario de gratitud
Escribir en hoja y papel es la mejor forma de llevar la gratitud a la práctica. No necesitas nada más: ni aplicaciones, ni programas y tampoco tienes que gastar un euro en esto.
Toma un boli y escribe todo aquello por lo que tienes que estar agradecido hoy:
- He podido dar un paseo a primera hora con mi perro.
- He conseguido hacer 45 minutos de ejercicio seguidos.
- He disfrutado de una charla con mi marido.
Lo que sea que te haya hecho sentir bien. Escríbelo.
Se trata de anotar a diario, no sirve con realizar este ejercicio una vez al año. Debes llevar la gratitud a tu día a día, de esta forma es cuando los cambios profundos sucederán en ti.
¿Cómo funciona esto? La clave es que apreciarás más esos pequeños momentos que ahora mismo no valoras tanto. Una simple charla cobrará otra dimensión. También conseguirás alcanzar un profundo autoconocimiento, que es otra de las claves de la felicidad.
Además, los problemas serán menos terribles. Dejarás de “terribilizar”. Todo eso, a la larga, provocará una transformación en ti.
Practica el perdón
La gratitud hay que practicarla tanto con uno mismo como con los demás. Otra buena forma de llevarla a la práctica es con el perdón.
¿Cuántas veces te has martirizado por algo que ya no tiene solución? Ejemplos:
- Te has quedado dormido y has llegado tarde.
- No has tenido fuerzas para ir a yoga.
- Has perdido el metro.
Son cosas cotidianas con las que quizá te martirices sin casi darte cuenta. Practica el perdón contigo mismo. Todos tenemos días malos. ¡No somos robots!
Lo mismo debes hacer con los demás. El perdón es liberador. Perdonar a esos que te han hecho daño hará que vivas con mayor libertad. El odio a los demás es un lastre enorme que debes combatir.
Practica la atención plena
La atención plena implica estar presente en el momento actual y es otra gran forma de cultivar la gratitud. Intenta centrarte en los aspectos positivos de cada momento y apreciar las pequeñas cosas de la vida.
Es lo que hoy conocemos como “mindfulness”, una práctica que está de moda porque nos ayuda a estar más presentes. Ni vivir en el pasado (dolor), ni vivir en el futuro (estrés). Vivir el ahora.
Cuando consigas permanecer aquí y ahora podrás disfrutar mucho más de cada momento y de cada experiencia. Aprovecha la atención plena.
Como ves, la gratitud es una herramienta de crecimiento personal capaz de cambiar tu perspectiva de la vida y mejorar la salud mental y emocional. Conviértela en un hábito, esa es la clave.