La Luna es la que rige nuestras emociones y, que éstas sean tan variables, es porque es el astro que más rápido se mueve por la bóveda celeste, cambiando de signo cada dos o tres días, lo que influye en nuestra manera de comportarnos y de sentir. Ella representa a la madre, la parte afectiva que por primera vez nutrió nuestros sentidos. Es el primer amor que alimentó nuestro vínculo a la vida, porque nos la brindó al nacer. Nuestra madre es la que nos cuida, la primera que nos provee de la alimentación emocional, la que nos protege y de la que dependemos totalmente mientras somos bebés recién nacidos.
La forma en la que nos hemos relacionado con este primer amor, con este primer vínculo afectivo, conforma la base de nuestras relaciones futuras. Por eso es importante que reforcemos esta carencia en nuestra vida para lograr una estabilidad emocional que nos procure bienestar, sobre todo cuando la madre no está presente o no pudo alimentar ese vínculo, sin procurarnos nuestra necesidad primaria de ser atendidos, amados y cuidados.
El tipo de relación que hemos tenido con nuestra madre, cómo ha sido esta alimentación emocional y cómo nos condiciona para el resto de nuestra vida en las relaciones afectivas posteriores, está presente en la Carta Natal a través de la posición de La Luna.
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Cuál es la alimentación emocional de la que se nutre cada signo
Saber en qué signo se encontraba la Luna en el momento de nuestro nacimiento nos da pistas para saber como alimentarnos emocionalmente cuando nos sentimos mal y darnos aquello que nos hace falta.
Cuando tomamos conciencia que podemos empezar a proporcionarnos a nosotros mismos todo aquello que nuestra madre no nos pudo dar, se produce un cambio sustancial en nuestro sentir y dejamos de estar expuestos ante el mundo como niños indefensos y vulnerables que necesitan ser atendidos.
Los siguientes tips que compartimos contigo nos ayudarán a transformar la sensación de encontrarnos mal emocionalmente y alimentarnos con aquello que necesitamos en ese momento para volver a sentirnos cómodos y seguros, según sea tu signo.
- Luna en Aries: Necesita acción y hacer algo productivo. Si es extrema la sensación, grita o rompe algo. Se alimenta tomando el control de la situación y actuando en consecuencia.
- Luna en Tauro: Necesita alimentar los sentidos, ya sea con una buena comida, tomando un baño relajante o viendo una película que le guste.
- Luna en Géminis: Necesita alimentar su mente con conocimientos nuevos que le nutran o hablando abiertamente de sus sentimientos.
- Luna en Cáncer: Necesita cuidar de alguien o cocinar para los demás. Se alimenta de lo que recibe al entregarse al cuidado del otro.
- Luna en Leo: Necesita sentirse admirada por los demás. Se alimenta al ir de compras, arreglarse bien, mostrar su lado seductor y brillar.
- Luna en Virgo: Necesita disponer de un ambiente cómodo y un lugar ordenado para relajarse. Se alimenta cuidando de su cuerpo y de su hogar.
- Luna en Libra: Necesita atención. Se alimenta brindando armonía y belleza alrededor, qué mejor que dando una fiesta para los amigos.
- Luna en Escorpio: Necesita sentirse sensual y despertar magnetismo en los demás. Se alimenta dando un masaje curativo o haciendo terapia a quién lo necesite.
- Luna en Sagitario: Necesita libertad. Se alimenta cuando viaja, ya sean tramos cortos o largos y se nutre de todo lo que aprende en ellos.
- Luna en Capricornio: Necesita tiempo y espacio para estar bien, aislándose del resto. Se alimenta trabajando mucho o haciendo cosas que le procuren seguridad económica.
- Luna en Acuario: Necesita de desapego emocional. Se alimenta de las experiencias nuevas y excitantes, de crear arte, de investigar.
- Luna en Piscis: Necesita dormir mucho y descansar para recuperarse. Se alimenta de la parte romántica, de los sueños y de lo etéreo.