La hidroterapia es una de las técnicas de sanación más antiguas. Sus propiedades físicas, químicas e hidrostáticas la han hecho fuente de curación para culturas muy antiguas, desde 2500 años antes de Cristo.
Son célebres los balnearios griegos y romanos, y ya Hipócrates recomendaba el agua para múltiples dolencias. Los pueblos Islámicos descubrieron muy pronto el uso terapéutico del agua para aliviar males tanto físicos como espirituales.
El célebre médico Galeno prescribió el agua fría para numerosas dolencias y en culturas tan dispares como la China, la Celta o la Persa se reconocen las virtudes del uso medicinal de este sagrado elemento.
Tabla de contenidos
¿Qué es la hidroterapia?
Existe una variedad infinita de métodos y usos terapéuticos que se le pueden dar al agua y todos ellos se conocen como Hidroterapia.
Vamos a referirnos a la Hidroterapia entendida como el empleo externo o tópico del agua como instrumento mecánico, térmico y químico sin considerar hidroterapia alguna técnica de tratamiento consistente en el consumo de agua mezclada con hierbas o a distintas temperaturas, que también podría considerarse hidroterapia.
El agua y sus múltiples formas
Tanto consumida a determinada temperatura, como la recetaba Hipócrates para bajar la fiebre y evitar la deshidratación, como a través de baños de vapor o aguas termales que contenían gran cantidad de minerales, el uso medicinal de las aguas ganó adeptos a lo largo y ancho del planeta.
Rhazes y Avicena, dos de los más célebres médicos árabes, desarrollaron los usos de hidroterapia en forma de aplicaciones locales para tratar la viruela, hemorragias y también en forma de baños y bebidas.
Las culturas precolombinas conocían los beneficios de la hidroterapia a través del uso del Temazcal, una construcción en la que a través de piedras calientes y hierbas se experimenta un baño de vapor que además ayuda a combatir los malos espíritus. Aún se utiliza.
Los japoneses también eran asiduos a subir su temperatura a través de baños termales.
Dolencias que se pueden tratar con la Hidroterapia
Los usos de la hidroterapia son bastante amplios, entre las dolencias más comunes que se tratan con distintos tipos de hidroterapia en el mundo están traumatismos, reumatismos, enfermedades neurológicas y respiratorias, problemas digestivos, problemas hormonales, la diabetes o las alergias, siendo también muy utilizada en tratamientos cosméticos, terapias adelgazantes y en fisioterapia deportiva.
Los tratamientos de hidroterapia son fundamentales en la recuperación de personas con parálisis cerebral, así como víctimas de accidentes cerebro vasculares. El uso de las cualidades físicas del agua (su densidad, la reducción de la gravedad ) la hace cómplice frecuente de los tratamientos deportivos y
en todos los casos de lesiones musculares y óseas. El uso de compresas de agua fría y caliente, así como los masajes y la rehabilitación en piscinas de personas que han sido víctima de algún tipo de traumatismo o también quienes sufren enfermedades que degeneran el tejido muscular (atrofias, esclerosis, etc) se benefician de la hidroterapia.
Para tratar dolencias de índole más psicológica existen técnicas como el masaje Watsu, que combina la hidroterapia con el masaje Shiatsu y se tratan enfermedades como El Mal de Parkinson, Asperger, Insomnio, Depresión , etc.
Efectos de la aplicación de agua en temperaturas calientes
Se eleva el umbral de sensibilidad de los receptores del dolor y disminuye la interacción nerviosa, relajando la musculatura y propiciando la liberación de endorfinas y encefalinas, permitiendo una sensación de analgesia.
Al aumentar la temperatura produce la vasodilatación generando a su vez un aumento de todas las funciones del organismo.
Aplicaciones calientes prolongadas pueden provocar fatiga y mareos debido a un efecto sedante, mientras que si son aplicaciones calientes y cortas pueden provocar excitabilidad e insomnio, aunque también mejoran el tono y rendimiento muscular.
Efectos de la aplicación de agua en temperaturas frías
Vasoconstricción cutánea, lo que quiere decir que los pequeños vasos de la piel se contraen y si por ejemplo, nos hemos dado un golpe, la aplicación de una compresa fría hace que baje el edema (la hinchazón) y reduce la hemorragia (la sangre), por lo que es habitual que toda madre sepa que debe aplicar compresas con hielo a su hijo que sufrió algún accidente deportivo.
Sirve para estimular el sistema nervioso y la circulación, mejorando el tono y estimulando nuestra atención y vigilia. Al estimular la circulación, se sabe que las duchas frías son buenas para combatir la celulitis y la flacidez.
La hidroterapia a través de baños de vapor o baños turcos permite la eliminación de toxinas y es muy útil en tratamientos para liberar adicciones (alcoholismo, drogadicción).