Seguro que conoces más de una persona que transmite confianza sólo con su presencia. ¿Cuál es la razón? La respuesta está en su lenguaje corporal.
¿Quieres saber cuáles son esos gestos que proyectan confianza? Todos ellos suelen estar personas en las personas con imán.
Tabla de contenidos
Postura recta, un “must” del lenguaje corporal
Empecemos por lo básico. Una postura erguida no sólo es buena para tu espalda, sino también para tu autoestima. Al estar de pie con la espalda recta y los hombros hacia atrás, proyectas seguridad y confianza. Te dirás a ti mismo (y a los demás) un rotundo “porque yo lo valgo”.
También puedes pensarlo al revés: ¿qué te transmite una persona que lleva los hombros hacia adelante? Seguramente pensarás que es tímida y retraída, ¿verdad? Haz lo contrario. Lleva los hombros hacia atrás y cuida tu postura.
Mirada firme
Evitar el contacto visual suele interpretarse como miedo o vergüenza. Lo contrario, mirar directamente a los ojos, demuestra seguridad en uno mismo.
Eso sí, intenta no intimidar con una mirada fija, sino equilibrar la conexión visual. Algunas personas pueden sentirse amenazadas o incómodas si las miras fijamente durante demasiado tiempo.
Sonrisa auténtica para proyectar confianza
Una sonrisa genuina puede ser tu mejor aliada. No sólo te hace parecer más amigable, sino que también libera endorfinas, las hormonas de la felicidad.
Claro que, se nota mucho cuando estás triste y fuerzas la sonrisa. Aquí no se trata de fingir sino de sonreír porque de verdad lo sientes. La sonrisa es clave en el lenguaje corporal y una señal de confianza.
Espacio personal en el lenguaje corporal
Cuidado aquí. Las personas con alta autoestima suelen sentirse cómodas ocupando espacio, pero también pueden “invadir” a la otra persona.
Para transmitir confianza con el lenguaje corporal no debes meterte en el espacio del otro de forma exagerada, sino adoptar una postura abierta y relajada. Ejemplo: Al sentarte, en lugar de pegarte a la otra persona, intenta mantener una distancia cómoda y una postura abierta y relajada.
Gestos con las manos, el arte de la coherencia
Tus manos pueden ser grandes aliadas para reforzar lo que dices, aunque en la práctica muy pocas personas las aprovechan.
Utilízalas. Es importante que tus gestos sean coherentes con tus palabras. Evita movimientos nerviosos o repetitivos. Opta por gestos fluidos y naturales.
El poder del “toque” en el lenguaje corporal
Un apretón de manos firme, una palmada amistosa en la espalda o un ligero toque en la pierna pueden decir más que muchas palabras.
Los “toques” transmiten confianza y empatía, incluso demuestran interés que puede ir más allá de la amistad. Úsalo a tu favor. Eso sí, siempre respeta el espacio y las preferencias de los demás.
¿Tienes dudas? Practica frente al espejo
Si sientes que tu lenguaje corporal no es del todo fluido, ¡practica! Nadie nació aprendido.
Ponte frente al espejo y ensaya diferentes posturas, gestos y expresiones. Observa lo que te hace sentir más seguro y lo que no. Con el tiempo, estos movimientos se volverán naturales en ti.
El lenguaje corporal es una herramienta poderosa que todos llevamos dentro, pero que pocos aprovechan al máximo. Con un poco de práctica, podrás proyectar confianza. Pero recuerda, la verdadera confianza no se trata de parecer perfecto, sino de ser auténticamente tú. Eleva esa cabeza y sonríe, tu mejor versión te está esperando.