En procesos de búsqueda de empleo, es probable que descartemos alguna oferta de empleo porque consideremos que no estamos preparados, que no sabemos lo suficiente, que nos falta formación o experiencia. Sin embargo, ¿Hasta qué punto esto es una realidad?. El Coaching nos ayuda a desechar estas creencias limitantes para encontrar un empleo sin dificultad.
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COACHING: LAS CREENCIAS.
Para el Coach, las creencias del Coachee son juicios automáticos que están por debajo de la conciencia y en las que no repara cuando están operando, a pesar de que son el camino hacia la acción y, por tanto, determinan su comportamiento. Creencias como:
-“El trabajo dignifica”
-“El dinero sólo se consigue cuando trabajas duro”
Suelen estar detrás de nuestras acciones en el ámbito laboral.
COACHING: LAS CREENCIAS LIMITANTES.
En la práctica del Coaching consideramos que no tenemos creencias, más bien ellas nos tienen a nosotros. Así, cuando rige una creencia, aunque lo que observemos parezca contradecirla, seguimos creyendo en ella más que en los hechos que observamos. Es decir, pasan a ser interpretaciones consideradas como hechos, que filtran nuestra visión de la realidad.
Como Coach identifico las creencias del Coachee y las expongo para su consideración, pero no en términos de verdaderas o falsas, ni de buenas o malas. El enfoque válido desde el Coaching es considerarlas poderosas porque facilitan el objetivo o limitantes porque obstaculizan su consecución.
Por ejemplo, en la búsqueda de empleo una creencia limitante es “las entrevistas de trabajo se me dan fatal”. Arraigado en la misma es muy posible que durante una entrevista el Coachee proyecte inseguridad, incomodidad, poca fluidez a la hora de expresarse y, tal vez, interprete de forma negativa muchas de las señales del entrevistador, confirmando así que “las entrevistas se le dan fatal”.
COACHING: LAS CREENCIAS PODEROSAS PARA EL EMPLEO
Un proceso de Coaching puede proporcionar un nivel de progreso en la carrera profesional del Coachee, en tanto que le ofrece la ocasión de cultivar sus creencias potenciadoras e identificar y desarticular aquellas creencias que limitan su potencial, le hacen sentir mal, dañan su autoestima y son un obstáculo para conseguir sus objetivos.
Volviendo al ejemplo de la entrevista, si la creencia fuese “se me da bien hacer entrevistas de trabajo”, es posible que en el transcurso de la misma proyecte seguridad, entusiasmo, una imagen proactiva con un discurso fluido y que interprete su desarrollo con positivismo.