¿Sientes que hay algo en ti que mantienes oculto al mundo? ¿Tienes la sensación de caminar intentando evitar a la gente? De una forma u otra, te escondes.
No eres el único. De hecho, muchas personas se sienten así. Hay muchas razones por las que podemos sentir la necesidad de escondernos, pero afortunadamente, también hay soluciones.
A continuación, exploraremos los motivos subyacentes a esa necesidad de esconderse y te mostraremos algunas soluciones que pueden ayudarte a sentirte libre.
Te escondes constantemente por estos motivos
Cuando nos referimos al término “esconderse” lo hacemos a una situación en la que nos gustaría “desaparecer del mapa”. Borrarnos de esa situación o simplemente pasar desapercibidos.
Podemos hacerlo por diversas razones, como sentir vergüenza, sentir que no pertenecemos a un grupo o temer ser juzgados.
A menudo, nuestra necesidad de ocultarnos se basa en experiencias negativas de nuestro pasado. Por ejemplo, si se burlaron de ti cuando eras niño por ser diferente. De ese modo, y ya en la adolescencia, puedes crecer sintiendo que tienes la necesidad que ocultar tu verdadero yo para evitar que te vuelvan a hacer daño.
Otra posible razón por la que te escondes que es que sientes que no perteneces o que no eres afín a un determinado grupo. Esta es la típica situación social con muchas personas a tu alrededor en la que te ves “como un extraño”.
¿Cómo de dejar de esconderse y empezar a vivir?
El primer paso es reconocer que tienes la necesidad de esconderte, algo que ya has hecho porque estás leyendo este artículo. A partir de ahora, puedes empezar a explorar por qué sientes esa necesidad.
¿Cuáles son las razones de fondo? Piénsalo con calma.
- ¿Sufriste problemas en la infancia?
- ¿Se burlaron de ti?
- ¿Tuviste alguna experiencia traumática?
Una vez identifiques las razones, puedes empezar a trabajar en las soluciones.
Primero, será de mucha utilidad cuidar tu físico. Seguramente conozcas el dicho: mens sana in corpore sano. Es importante cuidarse por fuera para sentirse bien por dentro. Pero es solo un punto a trabajar y no el más importante.
Debes encontrar una comunidad de apoyo. Cuando nos sentimos solos o “nos hacemos pequeños”, puede ser difícil salir de nuestro escondite.
Cuando encontramos a otras personas que nos aceptan por lo que somos, resulta mucho más fácil. Puede ser un grupo de amigos, un club o una organización. Da igual, lo importante es que sientas pleno para dejar de esconderte continuamente. Poco a poco, siempre poco a poco.
¿No tienes ese grupito de confianza? Búscalo. Sal ahí fuera. Aunque no lo creas, hay mucha gente afín a ti.
A partir de ahí, trabaja la confianza en ti mismo. Cuando te sientes bien contigo mismo, es menos probable que sientas la necesidad de esconderte. Esto puede significar trabajar en tu autoestima, desarrollar nuevas habilidades o simplemente aprender a quererte tal y como eres.
¿Te escondes?
Cuando dejas de esconderte, puedes vivir tu vida de forma más plena y auténtica. Puedes ser tú mismo sin miedo a ser juzgado o rechazado.
Esto te permite desarrollar relaciones más profundas con los demás y experimentar la vida más plenamente.
Además, puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, pues ya no tienes que preocuparte por ocultar quién eres. Imagina todo lo que puedes lograr dejando de esconderte. Puedes, claro que puedes.
Así que si sientes la necesidad de esconderte, recuerda que no estás sola. Hay soluciones. Hay esperanza. Está en tu mano vivir una vida plena. Son muchos los beneficios de mostrarte tal y como eres.