El amor es el tema principal de la literatura, de la música, del cine y las series de TV. Es un tema que se ha discutido hasta el cansancio por poetas, artistas y escritores y, sin embargo, la verdad, es que el amor sigue siendo tan misterioso para nosotros como lo fue para los antiguos griegos que lo personificaron en la figura de la Diosa Afrodita y el travieso Eros, también llamado Cupido por los romanos.
Cuando nos enamoramos las preguntas que nos hacemos sobre casi todas las cosas dejan de tener importancia pero a la vez se vuelven urgentes. A veces nos enganchamos de personas que no nos convienen o que no nos valoran, y es ahí cuando el amor se vuelve un misterio y nos preguntamos: «¿pero por qué quiero a alguien así?»
Sumidos en el enamoramiento nos sentimos embelesados por alguien, por su forma de ser, por su voz, por su mirada, y todos esos tópicos que nos ha enseñado el cine y la literatura. Es un hecho científicamente comprobado que cuando nos enamoramos, vemos el mundo color de rosa y todo nos parece más bonito.
Diferencias generales entre amor y enamoramiento
- A nivel científico:
Gracias a la medicina ya a se sabe que el enamoramiento es un proceso cerebral en el que liberamos una serie de neurotransmisores como dopamina, adrenalina y norepinefrina. Para que entendamos mejor de qué estamos hablando, la famosa droga de la felicidad conocida como Prozac lo que hace, básicamente, es mejorar nuestros niveles de dopamina en el cerebro. Pero el amor además nos inunda de adrenalina que nos da energía y junto con la norepinefrina nos acelera el corazón y nos prepara para el ataque o la huida.
Todas estas sustancias juegan un importante papel en la sensación de bienestar (y de locura) que nos inunda ante la persona amada, pero también están relacionadas con todos los síntomas “físicos” del amor, son las responsables de que el pulso se nos acelere y de que una serie de mariposas decidan revolotearnos en el estómago, es por eso que la expresión de que hay “química” entre dos personas es mucho más que una metáfora.
- A nivel químico:
Lo que es el flechazo inicial, el “enamoramiento” en donde no vemos sino lo que queremos y la persona delante nos hace sentir cosquillas, mareos y ver estrellas, es producto del bombeo de todas las sustancias antes citadas (y muchas más) sobre nuestro atribulado cerebro, estos neuroquímicos estimulan la fantasía y la ternura y hay que pensar que estamos produciendo 7000 veces más dopamina que de costumbre, cuando nos alcanza la “flecha” de cupido.
Este estado de rapto o enamoramiento dura de seis meses a cuatro años que es el tiempo máximo que los psicólogos le dan a esta fase del amor, que es conocida más bien por la psiquiatría como un estado psicótico, llamada enamoramiento. De hecho, los bajos niveles de serotonina producen estados de ansiedad y obsesión (que son los mismos que sufren los amantes despechados y los drogadictos cuando pasa su dosis y viene el “mono”).
Y es que el enamoramiento no se opone al amor, sino que es más bien uno de los estadios por el que pasa una persona antes de “amar” con todo el sentido de responsabilidad y grandeza que la palabra amor contiene. El sexo y el contacto físico van liberando también oxitocina y vasopresina que nos apegan más al objeto de nuestro amor; los científicos han comprobado que las áreas del cerebro en donde actúa el sentido crítico permanecen bastante bajas de actividad en estos períodos.
- A nivel psicológico:
La decisión consciente de estar con alguien en las buenas y en las malas, de conocer a alguien profundamente y amarlo con sus virtudes y defectos, de crecer al lado de una persona y de compartir experiencias y expectativas, de cultivar la confianza y el respeto, eso es lo que puede llamarse con toda seriedad amor.
El amor no es enamoramiento porque no es caprichoso, no es ciego ni tampoco loco, ni hace sufrir, sino que hace crecer, no depende de la liberación o no, de sustancias en el cerebro. Es la decisión madura y meditada de permitir a ese enamoramiento, es decir, a ese pequeño Cupido, que después de todo es un bebé, convertirse en algo mucho más grande y más trascendente.
El enamoramiento en el Tarot se parece mucho más al arcano número seis “Los enamorados” que después de todo nos habla de tomar una decisión en aspecto sentimental. Aunque también puede estar representado en varios arcanos, como por ejemplo El Sol y hasta por el El Diablo, que es cuando sentimos esta euforia y energía producto de la liberación de estas sustancias en nuestro cerebro. Y el amor estaría representado en arcanos cuya simbología es mucho más profunda como La Templanza, La Estrella o El Mundo.
Conceptos diferentes que definen al amor
Mientras el enamoramiento es sólo el inicio del amor, el amor maduro y completo engloba cuatro tipos de amor, tal y cómo señalaron los griegos en la antigüedad.
- Eros: Se refería al amor apasionado a la atracción física, a la fascinación y es el que provoca el “enamoramiento” con sus famosas flechas.
- Storge: Es el amor que implica un compromiso y es el que suelen tener entre si los familiares, es el amor leal.
- Philia: Es el amor que se siente por la humanidad en general y por los amigos en particular, es el amor que nos impulsa a tratar de mejorar el mundo.
- Ágape: Este es el amor más incondicional y reflexivo de todos. La preocupación por el otro es su característica y es el amor por los esposos o por los hijos.
♥ También te puede interesar: Lo que diferencia a la pasión del amor