Hay cosas de las que ni tú ni yo podemos librarnos. Una de ellas es la culpa. En algún momento de nuestras vidas casi todos nos vemos inmersos en un proceso en el que la culpa es la principal protagonista.
Es normal y natural, el problema surge cuando esa culpa va más allá y nos arrastra hasta el fondo. Ahí es cuando hay que poner toda la atención.
Aquí tienes cinco claves para lidiar con la culpa de forma saludable y efectiva.
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Evita esconder la culpa
Si estás leyendo esto, has dado el primer paso. La primera clave es no intentar esconderlo ni evadirlo. La mente funciona así: “a lo que te resistes, persiste”.
No puedes estar todo el día tratando de esconder esa culpa en un cajón. Sácala fuera.
Hay que asumirlo y aceptarlo de forma plena. Acepta los errores y asume la responsabilidad de tus acciones. Eso te permitirá hacer frente a la situación de manera más constructiva y te ayudará a liberar esa carga que llevas encima.
Reflexiona sobre eso que te hace sentir culpable
Cuando dejes de esconderlo será más fácil dar un nuevo paso. Un paso importante.
Tras aceptar la culpa, es momento de reflexionar sobre lo que sucedió. Analiza la situación, ¿qué aprendizajes puedes obtener de esa experiencia?
Tómate el tiempo que necesites. Profundiza en lo que te ha llevado a ese proceso de culpa y ahonda en tus sentimientos. Eso te dará una mejor comprensión de cómo enfrentar situaciones similares en el futuro.
Importante: no se trata de lamentarse una y otra vez sino de aprender para avanzar y crecer en el futuro.
Perdónate para superar la culpa
Uno de los pasos más importantes en el proceso de lidiar con la culpa es perdonar a los demás y, sobre todo, perdonarte a ti mismo.
Comprende que todos cometemos errores. Somos humanos. Ni eres ni serás perfecto. Tampoco lo son los demás.
Aprende a soltar esa culpa y a perdonarte a ti mismo. Solo perdonándote de verdad (y también perdonando a los demás) podrás sanar y avanzar.
Toma acción (si puedes)
A veces nos sentimos culpables por algo que hicimos o dijimos a una persona cercana. Una de las mejores maneras de superar eso es enmendar el error.
No siempre es posible, pero a veces sí. Si es tu caso, discúlpate con aquellos a los que has perjudicado de alguna forma.
El simple hecho de pedir perdón es un remedio increíble para soltar esa culpa. Te desahogarás. Dejarás de cargar con esa losa que te impide avanzar.
Aprende de la culpa
Por último, pero no menos importante, aprovecha esta experiencia para crecer.
La culpa puede ser una poderosa herramienta de aprendizaje si la usas de manera adecuada. Identifica lo que puedes cambiar para evitar cometer el mismo error en el futuro. Transforma ésta en una oportunidad para ser la mejor versión de ti mismo.
No te martirices por ello. Deja de pelearte contigo mismo. En vez de eso, acepta, aprende y avanza.
Recuerda, a excepción de los psicópatas, todos nos enfrentamos a la culpa en algún momento de nuestras vidas. Lo importante es la gestión de ese sentimiento. Evita que esta emoción condicione tu día a día, deja de esconderla y comienza a aceptarla. Avanzar con ese peso encima es imposible. ¡Libérate!