Géminis es uno de los signos más especiales del Zodíaco. Las dos estrellas de su constelación representan esa dualidad que sólo las personas que disfrutan de haber nacido entre mayo y julio poseen. Algunas de sus cualidades y defectos les marcan, es imposible que puedan escapar al sol que los define y les hace ser tal como son. Conozcamos un poco más de qué son capaces y en qué podrán fallar.
Las grandes cualidades de Géminis
La versatilidad es una cualidad de lo más apreciada. Géminis se adaptará a cualquier situación. La improvisación es algo que va unido a su forma de ser y le hace ser tremendamente flexible. Pocos pueden decir que realmente están preparados para todo como es el caso de este signo. En un trabajo cualquiera podrán demostrar que ningún contratiempo les detiene, algo que resultará especialmente valioso.
La comunicación la llevan de serie. Si hay algo que caracteriza a un Géminis, es que habla por los codos. Tiene una facilidad enorme para conocer a las personas y casi siempre se siente especialmente cómodo con esta faceta de comunicador que posee. Las palabras brotarán de sí mismo como si de una fuente se tratara. Podrá expresar con pelos y señales todo lo que sienta o decida transmitir a los demás.
La inteligencia es un elemento vital. El talento de un Géminis queda especialmente reflejado en su gran capacidad intelectual. Le gustan las adivinanzas y los problemas. Los puede solucionar a la velocidad de la luz. Nunca se detendrá si se trata de conocer en primera persona un pequeño descubrimiento. Tiene relativamente clara su carrera si consigue encontrar a las amistades o al entorno que consigan motivarle.
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Los defectos de Géminis
Géminis es un saco de nervios. Este signo no puede estar quieto por mucho que lo intente, siempre estará en constante movimiento. Podemos identificarlo a simple vista porque es el que va de un sitio a otro a toda velocidad. Algunos nativos tienen hasta un pequeño tic, mueven la pierna o los dedos involuntariamente. Es su carácter tremendamente nervioso el que les impide centrarse.
El aspecto físico eclipsa a Géminis. Este signo no puede evitar juzgar a las personas nada más verlas. Comprobar que hay belleza a su alrededor es algo especialmente necesario. No puede evitar ser superficial, pero a medida que avanza en su vida descubre que no es tan importante como creía. Hay muchos otros elementos que pueden hacerle querer a una persona y no son tan físicos. El error de pensar que todo lo bonito es bueno le puede durar unas décadas.
El detective Géminis no suele caer bien. Las preguntas que realiza sin motivo alguno pueden llegar a ser incómodas. Su gran imaginación le lleva a pensar en una y mil cosas distintas que quiere saber. Demasiada curiosidad no puede ser buena y menos cuando hay alguien delante que no quiere responder. Podría ser un buen detective privado o periodista, en su vida real esta cualidad acabará siendo un defecto de lo más molesto. Tendrá que evitar querer saberlo todo.
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