A veces, necesitamos cambiar radicalmente nuestra dirección de vida dando un giro espectacular, transformando desde las cosas que creemos hasta lo que hacemos a diario.
Aunque a la mayoría nos gusta la seguridad y quedarnos repitiendo algo aunque no nos haga felices si nos aporta cierta seguridad, ya que en el fondo de nuestro corazón, le tenemos miedo a los cambios.
Los cambios nos fortalecen y nos hacen conscientes de nuestro poder personal.
Los cambios llegarán y, o bien podemos controlarlos de alguna manera, o bien nos toman por sorpresa y nos llevan a un lugar del que, no teníamos la menor idea previa, por qué evadimos esta realidad.
Veamos ahora lo que motiva a tu signo a dar un giro de 180 grados.
Tabla de contenidos
Aries:
Es muy difícil convencerte de cambiar tus metas una vez que te las has metido entre ceja y ceja. El carnero tiene esos cuernos enormes y romos para acabar con cualquier oposición que se le presente.
Así que lo único que te motiva a cambiar es que TÚ MISMO LO DESEES, de lo contrario, no hay fuerza sobre la tierra capaz de desviarte de tus intereses.
Tauro:
Este es otro que es más terco que un toro. Es que es Tauro. Sin embargo, sí que tiene un talón de Aquiles este signo influido por la seguridad y es el temor a perder esta seguridad.
Tauro es de los que puede estar insatisfecho y nunca divorciarse porque no se arriesga a perder lo que tiene, así que lo único que le puede hacer cambiar es que otra persona lo haga cambiar porque si es por él, lo podemos olvidar.
Géminis:
Este signo da tantos giros de 180 grados que terminan siendo 360 y vuelve a empezar desde el principio.
No se necesita mucho la verdad para que Géminis dé un vuelco a sus ideas, a su dirección o a sus metas. Ese no es su problema, sino que algo logre captar su atención el tiempo necesario.
Cáncer:
Este signo es conservador en el sentido de que le gusta aferrarse a lo conocido y le cuesta dar giros de 180 grados.
Tiende al 360 que es quedarse donde estaba. Sin embargo por amor sí que podría cambiar radicalmente. Este es su punto débil.
Leo:
Los signos fijos se llaman así porque no modifican fácilmente sus posturas.
Leo es uno de los que lo tiene todo clarísimo desde que nace, sin embargo su elemento fuego le hace cambiar bruscamente de dirección cuando se ve imbuido por la pasión, por algo o por alguien.
Virgo:
Los signos mutables no tienen problema en cambiar constantemente su dirección y Virgo es uno de ellos.
Adaptable y razonable quizá no necesite cambiar 180 grados porque no suele ser radical y más bien tiende a pequeños giros que van fluyendo con la situación.
Libra:
Pues la verdad es que Libra es uno de los que disfruta lléndose a los extremos por lo que no es difícil que alguna situación o algo cambie radicalmente su forma de ver las cosas y sus intereses.
La reflexión y la duda hacen que constantemente Libra pueda dar giros a su vida.
Escorpio:
Como buen signo fijo a Escorpio le cuesta cambiar de dirección. Es más, considera un reto la dificultad y si queremos que se empecine en algo solamente tenemos que ponérselo difícil.
Lo vivirá como un reto y pondrá toda su fuerza en ello. Por lo que lo que lo motiva es un reto, algo que pueda parecer imposible.
Sagitario:
Al muy curioso y aventurero Sagitario es la curiosidad lo que más le estimula y le mueve a cambiar de dirección.
Lo que implica que mientras haya cosas que llamen su atención puede estar cambiando de rumbo indefinidamente. Por lo que lo que los “estimula” a cambiar es dejar de encontrar interés en alguna cosa.
Capricornio:
Este signo tiene su camino marcado y sus ideas claras.
Dar un giro de 180 grados solamente lo puede provocar una conjunción muy intensa de su regente con Plutón o con Urano, de lo contrario, nos podemos olvidar de que este signo cambie o dé un giro radical, es que no le gustan esas cosas.
Acuario:
Ese es uno de los encantos de Acuario , que muy pocos comprenden qué es exactamente lo que le motiva, ya que dar giros radicales los dará, ahora que la gente a su alrededor pueda entender el motivo, ese es otro cantar.
Piscis:
A este signo siendo muy adaptable, de agua y tan particular como es no le cuesta dar giros de 180 grados a la primera de cambio, sobretodo cuando se trata de dejarse llevar por los sentimientos o por algún tipo de inspiración mística.