El fuego en Astrología es el elemento de la sexualidad por excelencia, ya que representa esa fuerza interior, esa llama que da la vida. Como el elemento que les rige los signos de Aries, Leo y Sagitario son brillantes, inquietas y poco predecibles.
El fuego es cálido y su presencia se hace sentir. Su debilidad es la ira en la que pueden caer si se ve tocada su vanidad que es su segundo punto débil. Juguetonas y aventureras las personas de fuego son idealistas y muy románticas.
Como el fuego mismo estos signos necesitan del movimiento y su intercambio con los demás se da en gran medida a través de la sexualidad, ya que esto les rige.
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Aries, fuego abrasador
Al primer signo del Zodíaco que representa la energía primigenia del ego y el ego es muy sexual. Es la necesidad del infante de alimentarse de la teta de su madre. Es una sexualidad intensa y exigente, cálida y que necesita de la ternura de la primera infancia.
Aries es apasionada e idealista y se entrega con todo su corazón. Puede quemar y quemarse gracias a esa energía de fuego, ya que puede ser posesiva, celosa y demasiado exigente ante la persona que ama , resultando arrolladora. Aunque una Aries equilibrada es la persona más dulce del mundo y que sabe amar con la mayor pureza.
Leo, pasión en llamas
Regido por el Sol puede que Leo sea el más sexual de los signos de fuego, lo que ya es decir bastante. Y es que la sensualidad de Leo, a diferencia de la de Tauro, tiene más que ver con la fantasía sexual y con la idea que tiene Leo del romance, que es exagerada y teatral como todo lo que le caracteriza.
Apolo es el dios relacionado con el sol quien se enamoró numerosas veces en la mitología siendo solamente superado en amores por Júpiter. La sexualidad de Leo es totalmente débil ante la belleza, la vanidad, los celos, la posesividad , cuestiones en la que es generosa al igual que en la lealtad , la independencia o una alta autoestima.
A Leo le gusta el drama lo que no quiere decir que todas las Leo sean unas pesadas que te llamen a las tres de la mañana. Más bien necesitan mucha pasión y sin intensidad se aburren por mucho que digan (y deseen) lo contrario.
Sagitario, chispas de combustión
La relación de Sagitario con la sexualidad está muy influenciada por su regente Júpiter, que quizá, haya sido uno de los dioses más inquietos y aventureros sexualmente hablando. No lo puede evitar, a Sagitario le encanta seducir y también le gusta ser seducido por lo que cuesta que su delicada vanidad no ceda ante un halago o un coqueteo.
Intensamente sexuales las personas de este signo pecan de tener aventuras con personas cercanas por no poder controlar la lujuria. Sagitario vive en lucha constante entre su parte inferior, el caballo, pura sexualidad y la parte superior que tiende a buscar en lo espiritual y lo sublime.