El signo de Piscis, representado por dos peces casi entrelazados que nadan en direcciones opuestas, habita en la casa más misteriosa y ambigua del Zodiaco. Piscis con Piscis es una unión entre dos seres complicados, profundos y místicos, algo que puede resultar muy interesante, pero también inevitablemente compleja.
Hay que recordar que, al ser Piscis el habitante de la Casa XII es, por así decirlo, un alma vieja, que combina en su personalidad mucho de los demás signos que le preceden. Una nativa de Piscis puede ser tan habladora y analítica como un signo de aire, tan amante de la naturaleza como un signo de tierra y tan idealista y entusiasta como un signo de fuego.
Pero Piscis es también una mística soñadora y su sensibilidad y capacidad de empatizar con la energía de los demás, así como la compleja energía de Neptuno, su planeta regente, pueden hacerlas frágiles y vulnerables, debiendo mantenerse a una distancia prudente del alcohol u otras evasiones.
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Cuando dos nativos de Piscis se encuentran en una relación, se establece una configuración que amplía los rasgos más positivos y los más negativos del carácter de este signo, por lo que ambos deberán aprender a equilibrarse mutuamente.
Piscis con Piscis en la amistad
Los Piscis son sensibles y tienen una gran intuición artística y dotes musicales. Dos amigas Piscis serán inseparables y, aunque no dejarán de tener cíclicos conflictos en los que su amistad parece resquebrajarse, es probable que una amistad entre dos hijas de Neptuno sea una relación hermosa, llena de poesía, magia y búsquedas espirituales compartidas.
Piscis con Piscis en las relaciones de Padres e hijos
Un padre Piscis poseerá una intuición especial con su hijo del mismo signo. Es probable que ambos se comuniquen de forma intuitiva y telepática y a menos que, existan unas configuraciones o situaciones sociales muy determinantes, en casi el cien por ciento de los casos, será una relación sosegada, solidaria y muy amorosa. Un padre Piscis sabrá darle el espacio a su hijo para que se desarrolle como individuo y un hijo Piscis no se sentirá presionado por su progenitor, guardando hacia éste un profundo respeto y amor.
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Piscis con Piscis en el trabajo y los negocios
Dos Piscis asociados serían excelentes si su asociación tuviera que ver con relaciones públicas, una emisora de radio, una tienda de productos naturistas y también, algún tipo de empresa turística sobre todo relacionada con el mar, así como también profesiones relacionadas con las artes gráficas, la publicidad o el diseño web.
Sin embargo, Piscis no es el más apropiado para llevar la parte administrativa, no porque sea malo en matemáticas (Einstein era Piscis) sino debido a que Piscis no es demasiado cuidadoso en esa área (tampoco sería responsable poner a Einstein a llevar la contabilidad) y como Piscis va y viene y es profundamente inquieto y creativo, sería muy positivo para la empresa si se agregara a algún socio de tierra para darle salidas concretas a la inmensa cantidad de ideas que puede aportar un Piscis.
Piscis con Piscis en el Amor
Un Piscis es para otro Piscis, como el océano entero para un Piscis. Esto quiere decir que la entrega, la amabilidad y el romanticismo que necesitan las Piscis como el agua, puede sentirse muy realizada y bendecida si encuentra a un alma gemela en donde dar y recibir esa forma mística de querer que tienen todos los nacidos bajo el influjo de Neptuno.
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Las nacidas en marzo necesitan sentir que viven rodeadas de amor, que tienen a quien cuidar y, sobre todo, son románticas hasta más no poder, por lo que pueden sentirse muy maltratadas por signos más ásperos como Virgo o Sagitario que son incapaces de comprender en toda su magnitud las necesidades amorosas de las hijas de Piscis.
Un Piscis llevará a su amada Piscis a navegar por los profundos mares del ensueño, el romanticismo, el idealismo y la ternura, que son los ingredientes básicos del amor con los que sueña todo nativo de la Casa XII.
Lo único que puede resultar problemático en esta relación será compaginar ese éxtasis amoroso que disfrutarán los Piscis con las fastidiosas y exigentes realidades de la vida. Será muy común que una pareja con esta configuración se «desaparezca» cíclicamente, generando alarma entre amigos y familiares (hasta que se acostumbren).
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