EL SUMO SACERDOTE . Es importante que al meditar vayamos cambiando nuestra rutina. Si sientes esa necesidad, puedes empezar a practicar por ti mismo diferentes estados de conciencia siguiendo tu propia intuición. Pronto te darás cuenta que no existe lo estándar en el mundo del espíritu, y que no necesitarás ninguna técnica inventada por nadie, que simplemente proponiéndole, puedes relajarte y entrar en ese espacio de paz y silencio necesarios para crear, aprender, o como en este caso, conectar con el Arcano que hoy nos ocupa y ya aprendido algunos otros arcanos en Meditar con los Arcanos Mayores
La Meditación y el Sumo Sacerdote
Es el puente que nos conduce de lo humano y denso a lo etéreo y espiritual.
Igual que no necesitas técnica complicadas para meditar, te darás cuenta si perseveras en el mundo espiritual, que tampoco necesitarás de nadie que te dirija a cruzar este puente, pero en un principio, su existencia puede ser necesaria para todos aquellos que se inician en el camino de la búsqueda o con deseos de adquirir calidad y sentido de vida.
Un Sumo Sacerdote debe orientar y ayudar a pensar. Saber descubrir los dones y talentos, las capacidades y posibilidades innatas que poseen los pupilos, para que el objetivo final sea el de que todos caminen solos, independientes del Maestro.
Si como echador de cartas buscas ayuda en este Arcano, su mensaje para ti, será el de practicar la honestidad, la imparcialidad, el desinterés egoísta, y el desapego:orientar para hacer a las personas capaces de responsabilizarse de sus propias vidas, de ser los protagonistas de sus diferentes y singulares trayectos del camino, sin dependencias o necesidades creadas.
Para ti, buscador que que meditas en su simbología, independientemente del rol que estás desarrollando en estos momentos, encontrarás interesante el mensaje de practicar la ética, el bien en todo lo que emprendas.
El Sumo Sacerdote contiene también como mensaje valioso, el concepto de orden. No se refiere a un orden social o impuesto por tradiciones o culturas, sino al desafío de encontrar el orden dentro del caos. Para muchas personas las experiencias de sus vidas las llevan constantemente a un caos que hay que saber organizar para aprender de él, para moverse en él, para manejarlo sin que éste les invada desestabilizándoles. Si eres de los que naciste bajo esta perspectiva de aprender a moverte a través de las experiencias caóticas, o simplemente eres una persona que tienes cita con el caos esporádicamente, encontrarás mucha ayuda profundizando en la figura del Sumo Sacerdote, ya que desarrollando las cualidades de un verdadero servicio sacerdotal, hallarás -si te lo propones- los resortes necesarios para revertir este caos en paz, sabiduría y crecimiento interior. Todo ello te ayudará a iluminar la oscuridad que trae cada embestida de sin razón dolorosa que llegue a tu vida. Los beneficios de los que realizan estos trabajos personales, y los que no, es que los primeros salen fortalecidos, curtidos de las experiencias. Son esas personas que transmiten luz propia y magnetismo aunque estén en silencio. Mientras que los segundos son aquellas otras personas que han hecho de la debilidad, y el pesimismo la Biblia de los días. Seguramente las reconocerás porque aunque no hablen, su sola presencia no transmite química ni atracción.
La cualidad más importante de un Sumo Sacerdote por tanto, es saber revertir el desorden en orden, sacando de él la enseñanza y saliendo fortalecido. Esto solo se logra siendo sinceros con nosotros mismos, y reconociendo nuestras sombras, nuestras carencias, y los verdaderos motivos que nos mueve e impulsa a hacer las cosas. La fuerza de voluntad y la constancia, es la herramienta más indicada para este trabajo personal.
El fin último al que estamos convocados con este Arcano, es el de convertirnos en una persona cultivada, sabia, madura y equilibrada. Estos son cuatro atributos que pueden requerir mucho esfuerzo por nuestra parte, a la hora de compaginar esta lucidez con el mundo real en el que nos relacionamos a diario. Ahí es donde estriba el desafío: en llevar la iluminación que deseamos a todos los aspectos de nuestra vida, no sólo a los momentos que pasamos en la tranquilidad meditativa, o en la vida relajada de los dictados del ego.
La parte negativa del Sumo Sacerdote la podemos llegar a reflejar cuando somos muy dogmáticos, cuando nos apegamos a estructuras religiosas y no espirituales, cuando actuamos como líderes solitarios. También cuando nos creemos por encima de los demás por manejar conocimientos, o en posesión de verdades absolutas, personalizadas, caducas o paralizantes.