Comienzan los primeros días de la estación y tomamos contacto con los cambios que se aproximan, no sólo desde lo climático, sino también en lo personal.
En la cultura china llaman a la Primavera, primer movimiento. La Primavera define también la influencia del Elemento Madera en la personalidad humana y se refleja en la capacidad de las personas para planificar su vida y tomar sus propias decisiones; para controlar así su propio destino. En otras palabras, tener clara la dirección hacia donde se quiere caminar.
El fuego de la acción simboliza esta estación, pues este elemento, al i gual que el tarot, tiene sentido cuando quema. La naturaleza cambia si es tocada por la mano del fuego pues su acción tiene el poder de transformar, cambiar de forma, producir una nueva forma. El fuego en su actuación produce luz y calor y convierte en maleable lo que el frío invierno endureció. Este mismo movimiento que empuja la vida hacia su máxima expresión creativa, también fluye en nuestro interior. Y de un modo muy especial en nuestro hígado y vesícula biliar . El hígado fluye y trabaja con la energía propia de la primavera.
¿Sabes cómo afecta la Primavera en nuestro estado de ánimo?
Al inicio de la primavera, incluso antes, debemos preparar y disponer a nuestro hígado para la nueva estación, ya que si está un poco sobrecargado y saturado, en esta época pueden aparecer fácilmente síntomas tanto físicos como anímicos, la persona puede volverse rígida, crítica, el carácter se agria. La impaciencia, el enfado, la irritabilidad, la agresividad, son síntomas muy frecuentes en las personas durante esta estación.
En el Tao, el término para el enfado es Kan-Shaku lo que significa Dolor de hígado. Un hígado inflamado, o muy contraído, crea irritabilidad, frustración y rabia. En el plano de los síntomas físicos, pueden aparecer alergias, anemias, diferentes tipos de inflamaciones, ictericia, etc.
Importancia para nuestro Organismo del buen funcionamiento del hígado:
– Despierta la mente del sueño
– Aumenta la sangre, el Chi y la Creatividad.
– Despierta, moviliza y coordina los procesos corporales.
– Hace posible la digestión e interviene en la asimilación de nutrientes.
– Transforma sustancias, que luego almacena como reservas y las distribuye según las necesidades orgánicas.
Influye directamente sobre una parcela importante de nuestras emociones. Un hígado saludable nos aporta buen carácter, paciencia, coraje, resistencia, una visión clara, entusiasmo por descubrir lo nuevo, generosidad, tolerancia, flexibilidad, capacidad de adaptación y un alto nivel de vitalidad.
¿Como ayudar a nuesto Higado?
Es muy aconsejable incluir diariamente en nuestra dieta, verduras de hoja verde, como el diente de león, las hojas de las zanahorias y de los nabos. Tiene un efecto refrescante y calmante sobre le hígado, y le ayudan a liberar estancamientos y bloqueos.
Evitar las frutas tropicales papaya, mango y las verduras solanáceas tomate, berenjena, pimientos. Llevan al cuerpo a un estado energético muy desequilibrado y descentrado. Comer todos los días una pequeña cantidad de algas, limpian y depuran la sangre y como consecuencia, el hígado.
¿Que debemos evitar ?
Comer en exceso
El consumo de harinas, incluyendo pan, galletas, bollos. Tienden a contraer y paralizar el hígado.
Productos que contengan azúcares simples, chocolate, miel, zumos y refrescos, causan endurecimiento hepático y sobrecarga biliar.
Consumo excesivo de sal, sobre todo si es refinada es perjudicial.
Cenar tarde, impide que el hígado descanse y se regenere de noche.
La ingestión excesiva de fármacos o complementos, causan un agotamiento hepático.
La falta de ejercicio. En una vida sedentaria la digestión, absorción y circulación sanguínea no funcionan bien. Y la función hepática se ve afectada.
El estrés y la tensión. Conflictos familiares o laborales, pueden agobiar y saturar el hígado, contribuyendo a crear problemas emocionales e incluso mentales propios de éste órgano.
Recomendaciones
Masticar mucho cada bocado.
Mantenerse físicamente activo, caminar al aire libre al menos media hora al día. Practicar ejercicios ligeros o moderados
Utilizar prendas de vestir de algodón o seda, evitando el cuero, metal y los tejidos sintéticos cerca del hígado o de sus meridianos.
Hacer ejercicios con la vista y los ojos, fortaleciendo su tono muscular.
Comer cereales integrales cada día.
Comer alimentos biológicos, ya que los pesticidas y todo tipo de productos químicos y aditivos irritan y sobrecargan las funciones de desintoxicación del cuerpo, produciendo un agotamiento hepático serio.
Evitar el consumo en exceso de proteína animal, recalienta y estanca la energía del elemento Madera- Árbol (hígado/vesícula biliar). Sobre todo las carnes rojas