La misión de la Nasa compuesta por dos naves gemelas ha permitido medir por primera vez con gran precisión la velocidad, trayectoria y forma tridimensional de las tormentas solares.
Una tormenta solar se compone de tres etapas, la primera denominada “Erupción Solar” que tarda unos 8 minutos en llegar y como consecuencia puedo romper las comunicaciones y alterar la órbita de los satélites, llegando incluso a caer en la Tierra ya que hace que la atmósfera aumente de tamaño.
La segunda etapa denominada “Tormenta de Radiación” que consiste en una incursión de radiación a la Tierra atacando sistemas eléctricos y a los seres humanos.
Gracias a la Atmósfera y la Magnetosfera estamos protegidos ante tal radiación. La tercera etapa y la más peligrosa denominada “CME” afecta a las comunicaciones de todo el planeta, así como a satélites y transformadores eléctricos que conduzcan electricidad.
Posee un campo magnético y si está orientada al norte rebotará en la Magnetosfera pero si estuviera orientada al sur produciría una catástrofe global.
Las naves de la Nasa realizan mediciones simultáneas desde diferentes puntos, uno delante y otro detrás de la Tierra. C
uando las CME llegan a la órbita de la Tierra, sensores en los satélites realizan distintas mediciones.
Estas mediciones están ayudando a los científicos a comprender el funcionamiento interno de estas tormentas y en consecuencia, predecir cuándo y cómo se producirá el impacto sobre nuestro planeta.
Hasta ahora las CME se observaban cerca del Sol, pero ahora las mediciones se pueden hacer de tres a siete días después del suceso, lo que permitiría que haya tiempo para prepararse antes de que llegara a la Tierra.