Realizar dos o tres ayunos al mes ayuda en muchas enfermedades, purifica la mente y el cuerpo de toxinas, equilibra las emociones y despierta la energía Kundalini.
Hacer ayuno implica abstenerse de ingerir alimentos y agua durante, como máximo, 24 horas seguidas, un tiempo mayor a éste podría ser contraproducente. A lo largo del tiempo varias civilizaciones y culturas implementaron el ayuno como forma de curación. En muchas de las religiones establecidas actualmente aún se sigue practicando para purificar el alma.
El ayuno provoca un cambio metabólico en las reservas del cuerpo, activando todos los procesos de eliminación, regeneración, desintoxicación y depuración del organismo. Se trata de que el cuerpo descanse fisiológicamente para que la energía que normalmente usamos en los procesos digestivos pueda ser dedicada a fines curativos. De esta manera las células enfermas se reemplazan por células sanas, de forma totalmente natural, haciendo que nuestro sistema inmunitario se fortalezca y activando la capacidad defensiva del flujo sanguíneo.
Al principio cuesta un poco realizarlo, pero luego al disfrutar de los beneficios causados por el ayuno, tu mente no está tan pendiente de los mensajes de hambre que le envía tu cuerpo. La decisión de hacer ayuno es propia de la persona, por lo que hay que tener en cuenta que sólo debe realizarse para descansar el organismo y no como un hábito. Para lograr un resultado positivo no deben ingerirse sustancias como café, tabaco o alcohol. Lo recomendable es tomar solamente agua con limón, ya que éste ayudará en la desintoxicación del cuerpo de forma más eficaz. Notarás al día siguiente un aumento de vitalidad y sentirás tu estado interior estable, también te ayudará a bajar de peso. No es apto para todo el mundo, ya que aquellos que tengan alguna enfermedad grave, tanto física como psicológica, se abstendrán de hacerlo.
Los beneficios que más resultan tras un día de ayuno son: depuración del aparato digestivo, limpieza de la sangre, de los riñones y el hígado, la desintoxicación de las células, pérdida de peso con poca o sin hambre, desaparición de la retención de líquidos, renovación de la piel y el pelo, mejoría de las funciones sensoriales, control de la presión arterial, aumento de la lucidez mental y aumento de la energía física.