El Walk-In es un concepto esotérico-espiritual relativamente reciente, acuñado en el año 1.999 y que, actualmente está teniendo cada vez más repercusión debido al creciente número de personas que afirman haber tenido algún tipo de experiencia Walk-In.
Básicamente tiene que ver con un fenómeno dónde se produce la transmigración o suplantación de almas, es decir, el alma original de una persona se aparta temporalmente de su cuerpo para que una nueva pueda tomar el mando y permitir así que cambie el nivel de conciencia de la persona, así como su experiencia vital.
Aunque el asunto parezca sacado directamente del guión de cualquier serie de ciencia ficción, del tipo The X-Files, para nada se trata de un tema aterrador ni mucho menos y es que, según las recientes investigaciones que se han hecho, se afirma que existen muchos casos dónde la persona ni siquiera llega a ser consciente del todo de la transmigración del alma y simplemente experimenta cómo su vida comienza a cambiar y su conciencia se muestra más evolucionada en un corto período de tiempo.
Este tipo de cambios acelerados de conciencia tienen que ver por ejemplo con una fuerte necesidad, (antes no sentida por la persona), de querer ayudar a la humanidad, mostrando una mayor empatía y solidaridad con el mundo dónde vive, o también desarrollando una mayor conexión e interés por el mundo espiritual.
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Orígenes del concepto Walk-In
En los años 70’s y 80’s empezó a ser muy popular todo lo relacionado con canalizaciones de otras entidades, saliendo a la palestra muchos médiums y canalizadores. A la par también se editaron en esa época gran cantidad de libros que explicaban estos fenómenos, así como la «información de la nueva era» que canalizaban de estos “seres”. Fue entonces cuando comenzaron a usarse expresiones que definieran y explicaran sucesos como los Walk-In.
Así, en libros como “Extraños entre nosotros” (1979) de Ruth Montgomery, se explicaban casos populares de la historia que sucedieron como el acontecido por Thomas Jefferson, presidente de los Estados Unidos que, mientras redactaba la Declaración de Independencia, su alma fue transmigrada supuestamente por un Walk-In.
Gracias al movimiento New Age y más tarde, con la evolución de la física cuántica, este tipo de fenómenos comenzaron a ganar solidez y se les asociaba a todo tipo de poderes psíquicos extrasensoriales: como el de la canalización, ascender a otras frecuencias vibratorias, la existencia de otras dimensiones, los contactos telepáticos con seres de otras galaxias o dimensiones, o las fusiones de almas que viajan en grupo.
Sin embargo, en culturas como el hinduismo y el budismo, ya se ha hecho referencia al fenómeno Walk-In desde tiempo inmemorial, apareciendo en la literatura sagrada hindú. En estas culturas de siempre ha existido un entendimiento y “normalización” de este tipo de fenómenos, que son nombrados de formas diferentes.
Entre las creencias de estas culturas por ejemplo, se encuentra la idea de que cada persona se compone de varios cuerpos, incluido el cuerpo astral y que cuando asciende puede fusionarse con otras entidades como Shiva, que puede “tomar” el cuerpo de una persona a la que transfiere su esencia divina.
¿Pero qué es realmente el fenómeno Walk-In?
Tras toda esta evolución que se ha dado, para poder definir y concretar en qué consiste realmente el fenómeno de Walk-In, se ha determinado que, en su mayor parte, se refiere a aspectos de frecuencia más alta de la propia alma de una persona, (llámese también cuando se contacta con el Ser Superior de la misma), porque en el fondo nuestra alma es un ser dimensional que podría habitar al mismo tiempo en infinitas realidades de conciencia.
Y cuando sucede, lo suele hacer para poder sanarse a sí misma tras una experiencia traumática o una experiencia cercana a la muerte, o simplemente porque necesita evolucionar durante el tiempo que dura la transmigración o suplantación y, mientras, el alma original sigue presente, conviviendo e integrándose con la nueva.
De esta manera, se puede entender que en realidad, el fenómeno de Walk-In se traduce como la experiencia dimensional de un alma en muchas realidades a la vez, dónde el tiempo y el espacio no existen, y que forman parte de la red de conciencia universal, también denominada Matriz Divina, que permite a todos los seres del Universo estar unidos y conectados entre sí, así como a todas las versiones dimensionales que existen.
Casos recientes de suplantación de almas
- Los casos documentados más recientes de este curioso fenómeno indican que la persona nunca sabe muy bien qué le ha pasado, a veces no reconoce ni siquiera el lugar o quién es ni como se llama, (en estos casos se suele asociar con personas que sufren de amnesia) o simplemente no sabe definir si el habitante original del cuerpo ha trascendido a otra dimensión, ha abandonado el cuerpo o se ha reencarnado en otro, siendo el “alma nueva” la que se ha quedado al cargo.
- También pueden llegar a afirmar que sienten que no pertenecen al planeta Tierra y que han venido para realizar una importante misión y hasta que no la cumplan no pueden abandonar el cuerpo que han “ocupado”. O bien, pueden reconocerse como una nueva versión mejorada de sí mismos y más evolucionada.
- En muchos de estos casos es evidente que se puede confundir fácilmente con desórdenes mentales, que sólo podrían explicar este tipo de afirmaciones por parte de la persona que ha experimentado un Walk-In y habrán registros también de haber acabado en el manicomio diagnosticado por esquizofrenia, bipolaridad o todo tipo de trastornos psiquiátricos.
- Pero lo cierto es que los Walk-Ins afirman tener en realidad una mayor claridad mental y más sensibilidad psíquica que antes y por lo general, una mejorada y equilibrada salud física, emocional, mental y espiritual, sintiendo un evidente y gran cambio en su interior, que siempre es a mejor. Las transiciones y el período que duran estas transmigraciones del alma, tampoco son iguales en todos los casos, variando de etapas cortas de tan sólo unas semanas, a períodos muy largos de años.