Esta escorpiana, nacida en París el 25 de octubre de 1868 y muerta 101 años después, al día siguiente de renovar su pasaporte, fue una de las criaturas más fascinantes de los siglos XIX y XX.
Alexandra David Néel es famosa por la enorme cantidad de libros que publicó sobre magia y cultura tibetana y también por sus numerosas aventuras, tanto geográficas como espirituales, siendo una de las más notables la que la convirtió en la primera mujer occidental en visitar la “Ciudad prohibida de Lhasa” en el Tíbet, mucho antes de la invasión china y en un momento en que esta ciudad era una Teocracia dominada por el poder supremo del Dalai Lama. Pero esto sólo fue en la segunda mitad de su vida.
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La increíble vida de esta intrépida aventurera
Alexandra David Néel a los veinte años, ya contaba con la publicación de un libro de anarquía feminista que fue traducido a numerosos idiomas. Y antes de cumplir esa edad, ya había ido a recorrer Europa en bicicleta, siendo considerada la primera mujer en realizar en bicicleta lo que después sería la ruta del “Tour de Francia”. En dos ruedas visita España, Portugal e Italia.
Luego parte a Inglaterra a estudiar en la Sociedad Teosófica de Madame Blavatsky, y antes de cumplir los 25, ya ha visitado Argelia y Túnez, donde inicia sus estudios del Corán y se convierte en musulmana. Se sospecha que de esta época nace su fascinación por Oriente.
Más tarde, de nuevo en Europa, se dedica a la Ópera y al teatro llegando a ser una reconocida cantante que hace una gira europea con un drama lírico llamado “Lidia” compuesto por ella y su amante de ese entonces.
Convencida de que nunca será tomada en serio si permanece soltera, y luego de una relación tumultuosa de cuatro años con un hombre llamado David Néel, Alexandra se casa a los 36 años (en una época en que a esa edad ya eras abuela o una solterona de largo cuño).
A pesar de que su marido comparte sus intereses y respeta su talante aventurero e incluso se instalan a vivir en Túnez, ya a los 43 años, Alexandra no aguanta más y empieza a sentir que la vida de casada la marchita, por lo que decide hacer un viaje solitario a la India.
Se planeó que en principio el viaje duraría sólo unos 18 meses, sin embargo, su pobre marido no sospecha que no volverá a ver a su errática esposa hasta catorce años después (y una sola vez más). Aunque mantendrían una viva correspondencia por cartas durante el resto de sus vidas.
Después de peregrinar hasta Katmandú y de conocer en el camino a un joven tibetano llamado Yongden, de 14 años, que sería pieza clave para sus traducciones tibetanas y del que no se separaría más hasta su muerte, ya que lo adopta como hijo, empieza a saborear la idea de cumplir uno de sus sueños más ambiciosos: Intentar llegar a Lhasa a través de una ruta no utilizada previamente por nadie.
Su viaje por el Himalaya
¿Esa no es la zona donde está el Everest y las montañas más altas del mundo? Sí, esa misma. Y Alexandra David Néel cuando decide embarcarse en esta aventura ya cuenta con 57 años.
Las rutas del Tíbet son escarpadas y las altísimas montañas (que hay que atravesar a través de estrechos parajes de más de 5000 metros de altitud) se encuentran perennemente abatidas por vientos glaciales que quiebran la piel, un sol sin filtros que alumbra constantemente “el techo del mundo” y unas rutas atestadas de tigres, osos, bandidos y lobos, son lo que separa a la inquieta aventurera de su sueño más preciado.
Si uno sobrevive a eso, sumado al hambre y al frío, debe también tratar de que los funcionarios chinos desplegados por toda la zona no le roben las provisiones o le impidan el paso. No es de extrañar entonces y como en esa época no había Google Earth, que el viaje que ella calculó en realizar en tres meses, se convirtiera en un peregrinar de no menos de tres años.
Finalmente, cuatro criados y siete mulas después, Alexandra David Néel llega a la ciudad prohibida de Lhasa acompañada de su fiel Yongden, y logra atravesar sus puertas disfrazada de mendiga (ya que de otra forma, al ser extranjera y mujer, el paso le estaba vedado).
En Lhasa permanece por solo dos meses y luego regresa a París, dónde Yongden y ella son recibidos como famosas celebridades, y allí dicta numerosas conferencias, pero como no desiste de seguir adquiriendo conocimientos sobre magia y cultura tibetana, de nuevo sus biógrafos la ubican con más de setenta años de edad, huyendo en una balsa por el Yang Tsé de los soldados chinos, durante la invasión del Tíbet.
Aún así, y durante treinta años más, Alexandra David Néel escribe numerosos tratados y novelas sobre sus experiencias en el Tíbet dejándonos un legado de inmenso valor y sabiduría, para acercarnos a la cultura milenaria tibetana.
Algunos libros de Alexandra David Néel
- Magos y místicos del Tíbet
- Viaje a Lhasa
- Magia de amor y magia negra
- Inmortalidad y reencarnación
- El sortilegio del misterio
- Las enseñanzas secretas de los budistas tibetanos
- Textos tibetanos inéditos
- Diario de viaje
- En el corazón del Himalaya