La relajación es un pilar fundamental en nuestro día a día. Vivimos en un constante estrés, tareas pendientes por realizar, reuniones a las que acudir, olvidando en ocasiones nuestra propia salud. Por ello, existen multitud de técnicas a través de la relajación que nos ayudan a encontrar la tranquilidad. En este sentido, la relajación y la respiración van de la mano, de tal forma que no respirará del mismo modo una persona cuando está tranquila que cuando se encuentra nerviosa o alterada. Así es que el estrés modifica nuestro sistema respiratorio, pero con un método apropiado para relajarnos conseguiremos el equilibrio y la paz interior necesaria.
La relajación es una actividad que todo debemos aprender, ya que no se produce de forma espontánea o por casualidad. Por lo general, son pocas personas las que llegan a un estado de absoluta relajación. La tensión muscular y nerviosismo causa sensaciones corporales incómodas que se reflejan en dolor de cabeza o de espalda. Asimismo, aumentará el cansancio y nos sentiremos a lo largo del día como acelerados.
Relajación y técnicas:![tecnias-relajacion]()
- Postura: Un elemento clave para conseguir la relajación y la respiración correcta es la postura, por lo que debemos buscar una postura cómoda, sin forzar el pecho ni el abdomen. También debemos cerrar los ojos y relajar la mandíbula.
- Lugar: Para efectuar mencionados ejercicios, se requiere un lugar agradable, donde nadie nos moleste o nos podamos sentir incómodos. Por tanto, un espacio con media luz y un sofá o una cama. Como consejo se recomienda, practicar dicha técnica en un momento en el que no se tenga ansiedad o algo pendiente por hacer.
- Música: Una acción fundamental es escuchar sonidos que transmitan tranquilidad al menos una vez al día, ya que optar por música relajante disminuye el estrés.
- Tiempo: Se recomienda que esta práctica dure alrededor de 20 minutos. No hay que agobiarse en la primera sesión, pues se realiza para conocer la técnica, debido a que la relajación se consigue tras varios intentos.
- Método 1: Se centra en tensar los músculos durante unos segundos para posteriormente dejarlos en reposo por un tiempo superior. Así es que debemos apretar los puños, doblar los brazos y luego estirarlos hacia adelante con las palmas de las manos hacia arriba. También girar el cuello en las cuatro direcciones, mientras que se levantan las dos piernas a la vez con las puntas de los pies hacia adelante.
- Método 2: Se basa en un objeto inmóvil, puede ser una planta u otro similar. Debemos permanecer con la atención en cada detalle de color, forma, sombras y altura. Se pretende que tomemos conciencia de las partes y del todo, de tal forma que veamos algo más. De este modo tomamos conciencia plena de la observación y mantenemos en ella el tiempo especificado, gracias a la observación.
Después de una intensa jornada de trabajo mental o físico es necesario saber descansar para recuperar así la energía consumida. Por ello, conocer las técnicas de relajación nos ayudará.