Sienten una necesidad constante de tener todo bajo control. Así son las personas controladoras.
Todo en su vida gira en torno a eso. El control es su forma de vida: en las situaciones cotidianas, con la pareja, con su entorno y hasta en esos momentos que deberían ser para disfrutar y dejarse llevar.
¿Por qué lo hacen? ¿Cuáles son las características de las personas controladoras? Sigue leyendo y saldrás de dudas.
Tabla de contenidos
Las personas controladoras sienten una profunda inseguridad
Si convives con una persona controladora es posible que te hayas enfadado con ella. Por lo general, todo tiene que ser a su manera. No hay hueco para la improvisación ni para lo que digan otros.
En el fondo, esa persona no lo hace porque quiera ser protagonista sino por un profundo miedo a la incertidumbre.
Ese miedo es el que alimenta su necesidad de controlar a los demás y a los entornos. Esta inseguridad pueden ser el resultado de experiencias pasadas traumáticas o de una falta de confianza en sus propias habilidades.
Las personas controladoras son vulnerables, simplemente tratan de “tapar ese miedo” con una capa de control.
Manipulan y pueden tener comportamiento autoritarios
A veces, las personas controladoras pueden parecer pequeños dictadores.
Es frecuente que todo gire en torno a la manipulación. Pueden tratar de imponer su autoridad sobre los demás y, a menudo, son intolerantes a cualquier tipo de oposición o desacuerdo.
Esto puede ser especialmente dañino en relaciones de pareja, donde esa manipulación y el control suele dañar la confianza y, con frecuencia, termina arruinando la propia la relación.
Pueden mentir y hacerse pasar por víctimas
El gran deseo de control de las personas controladoras puede llevarles a tener otras actitudes:
- Mentir.
- Hacerse la víctima.
- Convertirse en “necesitado”.
En cualquiera de esos tres casos el objetivo de la persona controladora es el mismo: tener el control.
Depende de la persona y de cómo de controladora sea, pero con frecuencia notarás que utilizan la mentira y el victimismo para lograr sus objetivos.
¿Cómo lidiar con personas controladoras?
Las personas controladoras suelen perder amigos debido a su comportamiento. También pueden enfrentarse a desafíos en su carrera profesional porque a menudo es difícil trabajar con ellos.
Estos consejos pueden ayudarte a lidiar con una persona controladora:
- Establece límites claros: hazle saber que no estás dispuesto a permitir que te manipule o controle.
- Mantén la calma: es fácil perder los papeles cuando te encuentras con una persona controladora, pero es importante ser consciente de ello y no caer en su juego.
- No entres en un debate: suelen ser expertos debatiendo y argumentando porque llevan toda la vida haciéndolo. No entres en debates estériles, eso les dará poder y reforzará su necesidad de control.
- No te culpes a ti mismo: es fácil sentirse responsable por el comportamiento de una persona controladora, pero es importante recordar que es su problema y no el tuyo.
- Busca ayuda profesional: si convives o estás muy cerca de una persona controladora quizá debas pedir ayuda profesional para aprender a proteger tu salud emocional y manejar la situación.
Las personas controladoras tienen ese comportamiento debido a una profunda inseguridad. La incertidumbre les atormenta. Ese forma de actuar les hace daño a ellos y a su entorno. Si tienes que convivir con una persona así, establece límites claros, mentén la calma y no entres a debatir. Tu salud es lo primero.