Actualmente, sabemos que no existe una única forma de inteligencia sino múltiples. Uno de los tipos más relevantes es la inteligencia espiritual. ¿Qué es exactamente y por qué puede ayudarte a vivir con más plenitud?
Desde la antigüedad, el concepto de inteligencia ha estado en el candelero. Es algo que siempre ha intrigado al ser humano.
La inteligencia espiritual se refiere a la capacidad de una persona para experimentar, reflexionar y expresar aspectos que van más allá del plano físico y mental.
Se relaciona con la búsqueda de significado, la conexión con lo trascendental y la habilidad para situar los pensamientos en un contexto más amplio de existencia.
Es decir, este tipo de inteligencia forma parte de un concepto muy profundo, más del que estamos acostumbrados a abordar.
Tabla de contenidos
Las 5 bases de la inteligencia espiritual
Se sustenta en estos pilares.
- Autoconciencia profunda: consiste en reconocer las propias creencias, así como los valores y el propósito en la vida.
- Empatía: es la capacidad para entender y apreciar a los demás, incluso si se basan en creencias espirituales completamente opuestas a la tuya.
- Conexión trascendental: forma parte de la conexión con el universo o de una realidad superior. Va más allá de lo explicable por medios racionales.
- Capacidad de enfrentar el sufrimiento: el dolor o el sufrimiento forman parte del ser humano, el reconociendo de un propósito o significado más grande es una parte de la inteligencia espiritual.
- Pensamiento reflexivo: sin duda, una habilidad imprescindible si buscas trabajar tu inteligencia espiritual. Consiste en reflexionar a fondo sobre los problemas y las cuestiones existenciales.
¿Cómo se diferencia de otras inteligencias?
En esencia, la inteligencia espiritual se ocupa de cuestiones trascendentales y de la búsqueda de propósito. Forma parte de las personas con una gran riqueza interior.
Tiene similitudes con la inteligencia emocional, que también se sustenta en una profunda reflexión, pero la inteligencia espiritual busca profundizar en la propia existencia. Va un paso más allá.
Beneficios de desarrollar la inteligencia espiritual
Algunas personas tienen esta inteligencia más desarrollada que otras. En cualquier caso, siempre se puede trabajar y mejorar. Hacerlo te aportará estos beneficios.
- Sentido de propósito: cuando mejoras la inteligencia espiritual también vas un paso más allá con el sentido de propósito en la vida. Notarás una mayor motivación y energía en el día a día.
- Bienestar emocional: al tener una perspectiva más amplia y un sentido de conexión, te afectarán menos los problemas. Sabrás relativizar. Aprenderás a manejar mejor el estrés.
- Relaciones más profundas: tanto la inteligencia espiritual como la emocional ayudan a comprender mejor a los demás, conduciendo a relaciones más satisfactorias.
- Adaptabilidad: verás las situaciones desde un punto de vista más amplio y será más flexibles frente a los cambios y giros del destino.
¿Cómo desarrollar la inteligencia espiritual?
A pesar de lo que muchos creen, la inteligencia espiritual no es estática ni viene dada de serie. Se puede desarrollar a lo largo del tiempo.
Lo puedes hacer mediante conversaciones profundas con personas con un rico mundo interior. Ese tipo de charlas te ayudarán a expandir tu mente y ver las cosas de otra manera. También puedes crecer mediante lecturas sobre filosofía, espiritualidad o religión.
Otra gran forma de trabajar la inteligencia espiritual es “hablando con uno mismo”. Este es el trabajo más importante que, a menudo, solemos evitar. Dedicarte tiempo para estar a solas y reflexionar a fondo sobre cuestiones trascendentales te ayudará a ir un paso más allá en lo espiritual.
La meditación y el mindfulness son otras excelentes herramientas para estar en el presente y para desarrollar una profunda autoconciencia.
La inteligencia espiritual, aunque menospreciada en comparación con otras formas de inteligencia, es fundamental para lograr una vida más plena y significativa. Invierte tiempo y energía en nutrir esta dimensión de tu ser, notarás la diferencia.
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