El Karma no es ningún castigo, sino una segunda oportunidad para poder lograr los sueños que dejaste incompletos. Pero siempre y cuando, estés dispuesto a reflexionar sobre tus equivocaciones, de lo contrario el Karma será cada vez mayor, pues es una lección que debes aprender para poder evolucionar como entidad.
El Karma es esa fuerza que está en nuestro interior y que emerge al dejar asuntos sin resolver en otra vida. Cuando hemos abandonado el cuerpo, sopesamos las cosas que hemos logrado hacer con las que no pudimos resolver al final y si dentro de nosotros sentimientos que son así, debemos volver para llenar ese hondo hueco que sentimos.
¿Qué son las relaciones kármicas?
El Karma no siempre tiene por qué estar asociado a nuestras vidas pasadas, ya que a veces se debe a qué no estamos haciendo lo que hemos venido a hacer o no sentimos que estamos en el camino correcto, también, puede deberse a los conflictos pendientes que tengamos aquí o a que no estamos actuando como deberíamos y en el fondo nos acabamos sintiendo culpables.
Las relaciones kármicas surgen entre personas que se han podido conocer en vidas anteriores y que sintieron emociones inexplicables e intensas al estar juntos. El Karma creado entre ellos puede estar relacionado con las experiencias, aquellas que deseábamos hacer y que sentimos que debemos volver para completar algo que ha quedado inacabado.
O bien cuando han quedado lecciones importantes pendientes de entendimiento y que continúa siendo común entre los miembros de la pareja. Estas lecciones, en la mayoría de los casos, suelen expresarse como conflictos no resueltos, que nuestra alma necesita poder resolver.
¿Cómo influye el Karma en la pareja?
El Karma en las relaciones de pareja trata de dos personas que se atraen irremediablemente para así equilibrarse karmicamente el uno a otro. Cuando tenemos la oportunidad de tener una pareja kármica debemos entender que ha llegado a nuestra vida para resolver asuntos pendientes en los que nos hemos involucrado con esa persona, en una o varias vidas.
Las personas que tienen una relación kármica, la primera vez que se ven, sienten que están hechos el uno para el otro, pues la mayoría de las veces sienten algo tan potente que aunque pase mucho tiempo desde ese encuentro aún así siguen pensando en ese momento.
También cuando entablan una conversación es cómo si se conocieran de todo la vida, esto es debido a que en otras vidas ya han sido pareja o incluso familiares, pero saben en el fondo que ésta relación tiene un propósito con el fin de que ambas partes alejen su negatividad y puedan complementarse hasta tal punto que dejen atrás las fallas de las vidas anteriores.