Siempre que hablamos de la atracción hacemos referencia a cómo es la persona por fuera o por dentro. Solemos olvidar que hay algo más.
¿Qué es ese “algo más”? Seguro que más de una vez has pensado: «no sé qué tiene, pero hay algo en esa persona que me atrae» . Cuando pronuncias esa frase es porque probablemente no tenga el mejor físico del planeta ni una personalidad arrolladora.
Exploraremos el verdadero secreto de la atracción, más allá de lo que los ojos ven. ¿Por qué te atrae? Aquí tienes las claves.
Si te preguntas por qué te sientes atraído por alguien cuando no es ni un modelo de pasarela ni tampoco la alegría de la huerta, es porque hay algo más en juego.
No hablamos de brujería o magia negra. Es un tema más sutil y complejo, solemos llamarlo «química» . Un concepto que va más allá de lo que vemos y sentimos. Se trata de una conexión casi mística que une a las personas.
¿Has oído hablar de las feromonas? Son unas sustancias que nuestros cuerpos emiten y que pueden hacer que la gente se sienta atraída entre sí. Como una especie de imán invisible.
Buena parte de la atracción es difícil de explicar y viene por ahí, por las feromonas. De hecho, hasta existen perfumes con esta sustancia para potenciar el atractivo sexual. No es el único secreto, hay más claves de la atracción.
A veces, sentirás atracción por alguien que se parece a ti o que proyecta lo que a ti te gustaría ser . Es lo que conocemos como “efecto espejo” y tiene poco que ver con el físico. Va más con el conjunto de la persona, con lo que transmite.
Quizá notes en esa persona algo que resuena contigo. No tiene que ser algo evidente, puede ser una risa, la forma de caminar o la manera en que te mira.
Y luego está esta cosa llamada “energía”, que no es sólo lo que pagas en tu factura eléctrica. Se trata de la vibración que emites.
Hay personas que vibran a la misma frecuencia que tú y eso crea una conexión especial. Es como una melodía silenciosa que solo tú y esa persona podéis escuchar.
También puede suceder lo contrario. Con personas que tienen una energía completamente opuesta a la tuya, la atracción se reduce a cero. Aunque exista atractivo físico, la energía puede echar el resto por tierra.
Obviamente, esa energía no es medible ni visible, pero ahí está.
El último componente de la atracción que no es físico y tampoco se expresa con palabras. Se trata de la confianza que transmiten las personas.
No es ningún secreto: la confianza y la autenticidad son extremadamente atractivas. Cuando alguien se muestra tal y como es, resultará sexy .
Pero aquí no hay que confundir autenticidad con postureo. Son cosas muy diferentes. Una persona auténtica no va por ahí presumiendo y llamando la atención. No lo necesita, simplemente capta la atención por su forma de ser.
La atracción es un juego complejo. Un cóctel de química, confianza, energía y espejos. La próxima vez que te sientas atraído por alguien y no puedas entender la razón, recuerda que existe un mundo invisible detrás . ¡Sal ahí fuera y disfruta de la magia de la atracción!
