Todos en mayor o menor medida necesitamos conectar con los demás. Esa conexión nos hace sentir vivos. El problema es que a veces nos vemos atraídos por relaciones sustentadas en la falta de apego.
Son las típicas en la que una de las partes evita establecer un vínculo emocional profundo y duradero.
¿Por qué lo hacen? ¿Cuál es la razón de fondo? En este artículo, exploraremos las características de estas relaciones, sus causas y cómo superarlas.
Tabla de contenidos
Así son las relaciones basadas en la falta de apego
Hay tres elementos comunes a este tipo de relaciones:
- Falta de compromiso.
- Evitación de la intimidad emocional.
- Tendencia a mantener la relación a nivel superficial.
Además, también se puede dar un cuarto elemento: la escasa o nula intimidad física. En este caso estaríamos en la “friend zone”, donde no solo hay ausencia de apego sino que también hay nula actividad sexual.
En cualquiera de los casos, la cercanía emocional brilla por su ausencia.
¿Cuáles son las causas de las relaciones con falta de apego?
Cada relación tiene sus razones de fondo. No obstante, cuando la falta de apego está presente suele haber alguna de estas causas.
- Miedo al rechazo: la falta de apego puede ocurrir como protección frente al dolor. Sucede cuando la persona en cuestión se sintió herida en relaciones pasadas. Es una forma de evitar volver a pasar por eso.
- Independencia: algunas personas valoran su libertad y autonomía por encima de todo, lo que eso les puede llevar a mantener relaciones solo en el plano superficial.
- Falta de autoestima: otras personas buscan relaciones superficiales que no les exijan demasiado debido a sus propios miedos e inseguridades.
- Ausencia de atracción física: otro factor que puede darse en las relaciones sin apego es que sencillamente no existe una gran atracción física.
Todos esos casos podrían explicar ese tipo de relaciones superficiales.
¿Qué hacer si te ves envuelto en unas de estas relaciones?
Aquí hay dos posibilidades:
- Que seas tú el que no quieres más intimidad en la relación.
- Que sea el otro el que no busca ir más allá.
En el primer caso, cuando no quieres ir más allá en tus relaciones, tan solo debes preguntarte cuál es la razón. ¿Lo haces porque eres independiente o porque te apetece? En ese caso no debes preocuparte.
¿Desconfías de los demás? Ahí la cosa cambia. Abrirse emocionalmente es necesario para que las relaciones prosperen. Dejar todo en la superficialidad puede ser bueno si sabes manejarlo, pero a la larga también puede pasar factura.
En el segundo caso, cuando te ves envuelto en una relación que no avanza, la cosa es un poco más complicada.
Es complejo porque no sabrás exactamente el motivo de esa falta de apego. ¿Puede ser porque la otra persona sea independiente? Sí, pero también puede darse el caso de que simplemente quiera atención o que en cierta forma esté jugando contigo.
Si buscas una relación profunda, posiblemente te interese mirar hacia otro lado y avanzar.
Por lo general, las relaciones basadas en la falta de apego son complicadas de manejar. Pueden parecer atractivas de inicio por aquello de mantener la libertad, pero en el fondo suelen terminar con consecuencias emocionales negativas para ambas partes.