Merecer algo es cree r que según nuestros actos vamos a obtener un premio o por el contrario “merecemos” un castigo.
Nuestro sentido del merecimiento actúa a nivel inconsciente y tiene mucho que ver con nuestra autoestima y nuestras creencias.
Pero, sobre todo, tiene que ver con algo que se llama culpa o deuda
Aunque lo ideal es pensar que nos merecemos todo lo bueno que pueda pasarnos, lo cierto es que, a nivel inconsciente y por muchas razones, no pensamos así.
Veamos, según su personalidad, lo que cree merecer cada signo del zodiaco .
Aries: Se ha dicho muchas veces. Aries es el niño del zodíaco. Y Los niños son puros e inmaculados. No tienen culpas a cuestas básicamente porque no tienen pasado. Aries es un poco así.
Las cosas pasan muy rápido por su vida y por su memoria. No es muy dado a mirar atrás y es precisamente por eso que tiene tanta “suerte” porque no tiene ninguna duda de que se lo merece todo.
Tauro: El signo que habita al casa de los valores y de lo que posees si se plantea con mucho ahínco su merecimiento y las cosas que ha podido hacer para obtener una resultado u otro.
Tauro trabaja para merecer lo mejor y es muy consciente de ello.Cree que merece sentirse segura por lo mucho que trata de hacerlo todo para eso.
Géminis: El signo de los Gemelos puede a veces ser traicionado por su inconsciente en cuanto a su sensación de merecimiento.
Y es que superficialmente Géminis parece no tener problemas, pero por dentro se hace muchas preguntas sobre lo que merece y lo que no. Lo que siempre cree merecer Géminis es una respuesta a sus preguntas.
Cáncer: A unque Cáncer trabaja sobre su culpa tratando de ser bueno y servicial hay que decir que es bipolar en cuanto a lo que cree merecer.
A veces está que se sale y otras cree que no vale nada. Lo que de casi siempre está segura es de que merece ser querida y respetada.
Leo: E ste es otro signo en el que vale que cada ladrón juzga por su condición. Leo no escatima en entregar lo mejor de sí al mundo y es otro que al igual que Aries suele creer que se lo merece todo y es porque todo lo entrega.
Virgo: La complejidad de este signo hace que su sentido de responsabilidad le impida pensar que se lo merece todo. Ahora, este signo sabe que es meticuloso, ordenado y servicial y cree que puede y merece recibir exactamente de los demás el mismo trato.
Libra: El merecimiento está muy relacionado con la justicia ya que se trata de un premio o un castigo por nuestras acciones previas. La consciencia de eso es los que hace a este signo pensarse tanto sus decisiones.
Y es que como en un juego de ajedrez sabe que el paso que se le conducirá al éxito o al desastre (o por lo menos así de dramáticamente se lo cree) por lo que , no tiene ninguna duda que merece que le pase justamente por lo que ha trabajado.
Escorpio: Parte del encanto de este signo es que no se hace demasiadas ilusiones con obtener un premio y sin embargo no tiene ningún problema en asumir que si se comporta mal merece un castigo.
Sin embargo, tiene tan fuerza de voluntad y serenidad que piensa que por lo menos merece tener control sobre sí misma.
Sagitario: El signo del centauro, como buen signo de fuego no piensa demasiado en lo que merece sino que prefiere más confiar en lo que vaya viniendo. Eso sí, su enorme optimismo no deja de delatar que en el fondo, Sagitario SABE que se merece todo lo bueno.
Capricornio: A diferencia de los centauros este es un signo que es muy consciente de que obtendrá lo que luche por obtener y perderá lo que no sea capaz de cuidar.
Capricornio es uno de los signos más conscientes de cómo funciona el merecimiento: si quieres algo trabaja muy duro por ello y merecerás que te ocurra.
Acuario: El carácter bastante extraño de Acuario no suele pensar en el merecimiento así , espontáneamente. Suele andar por la vida “fluyendo” y aceptando tanto lo malo como lo bueno que esta le dé y pocas veces sintiéndose una víctima.
El carácter de Acuario con respecto al “merecimiento” es como la frase: “Si del cielo te caen limones aprende a hacer limonada”
Piscis: El compasivo, tolerante y comprensivo Piscis suele tener actitudes contradictorias respecto al merecimiento. A veces parece nadar entre las cosas buenas que le pasan como si estuviese convencido de que se las merece.
Pero llega un momento en que el pesimismo le gana y dejándose influenciar por las energías ajenas puede llegar a pensar que no merece nada.
