Mi querido Cáncer, te escribo esta carta porque tengo la impresión de que no te sientes suficientemente valorado y apreciado por tu entorno y crees que no nos damos cuenta hasta qué punto estás entregado a cuidarnos y a hacernos felices.
Sé que tu extrema sensibilidad, a veces, te hacer reaccionar exageradamente y te sientes atacado y maltratado ante la más mínima crítica, por lo que inevitablemente respondes en consecuencia con mal humor y siendo capaz de hundir la moral a cualquiera que sientas que te haya herido.
Sin embargo, a pesar de tu capacidad para hacer sentir mal a quien crees que te ha hecho daño, inmediatamente, a través de tus actos, de tus cuidados y de tu atención cariñosa, siempre logras tranquilizar la situación y hacer que las aguas vuelvan a su cauce.
Gracias de todo corazón
Aunque tú no lo creas, es muy difícil no agradecer tu entrega con las personas que te queremos y la enorme capacidad que tienes para escuchar y consolar a quien se acerca a ti para pedirte ayuda.
Gracias por ser como eres Cáncer, por mostrar tanta empatía siempre y por dar todo ese cariño cuando más se necesita.
Otra cosa que admiro mucho de ti es tu increíble memoria fotográfica (aunque a veces me da miedo) ya que eres capaz de recordar con todo lujo de detalles una conversación, una situación o cualquier escena que te haya conmovido y aclaramos cualquier duda a los que tenemos una memoria más frágil que la tuya.
Ni que decir tengo que adoro y agradezco tu talento para hacerme reír y también para reírte de ti mismo con ese sentido del humor tan peculiar que tienes que parece envolverlo todo y que sacas a relucir en el momento más inesperado.
Otra cosa que nunca deja de sorprenderme de ti es tu enorme compasión por los más necesitados, los más débiles, los más vulnerables o los más viejos, ya que eres tú, de toda la familia, quien nunca deja de estar atento a todas sus necesidades, de llamarles en su cumpleaños y de demostrarles que no están solos en el mundo, que estás tú allí, siempre, a la hora que sea, para protegerlos.
Cáncer, eres puro amor
Y no podía dejar de señalarte quizá tu cualidad más esencial y es que eres, sin duda alguna, la mejor madre del mundo, no solamente con tus hijos que son para ti lo primero, sino como ya te he dicho, con cualquiera que necesite recordar lo importante que es expresar el amor en cada una de nuestras acciones y consolar a quienes lo necesitan.
Finalmente, querido Cáncer, te escribo esta carta porque luego de tanto tiempo compartido a tu lado y de nunca dejar de asombrarme por tu capacidad de acoger y querer a tantas personas, tengo que decirte que el único defecto intolerable que alberga tu carácter es que, en demasiadas ocasiones, no sepas darte a ti mismo el amor y reconocimiento que sabes darle a manos llenas a todos los demás.
Y es por eso que quiero recordarte lo maravillosa y buena persona que eres, para ver si así logras amarte aunque sea la mitad de lo que te queremos los demás.