Al representar el inicio y ubicarse en la primera casa, Aries simboliza nuestra energía vital, nuestro empuje, nuestra ilusión infantil que no sabe de limitaciones.
Es un signo de innegable acción y lleno de pureza y buenas intenciones. Aunque también suele pecar de inconsciente, brusco, arrollador o demasiado ensimismado.
Aries suele seducir mucho, ya que posee una enorme energía sexual y, en el amor, suelen ser personas que valoran a la pareja y la vida familiar. Aparte de que aman a los niños.
Y es que nunca hay que olvidar que, aunque un carnero es una figura un poco amenazante, una oveja, su lado femenino, es una dulce, mansa y mullida criatura. Y Aries también puede ser así.
Sin embargo, hay promesas que están muy alejadas de su naturaleza y que le será imposible llevar a cabo. Y algún día, obligado por su carácter y las circunstancias, tenga que romper.
Tabla de contenidos
1. Que Aries se esté quieto
No le pidas a este signo que no posea una energía imparable y esté todo el tiempo iniciando proyectos.
Aries es el más cardinal de los signos cardinales, así como Tauro es el más fijo, o Géminis el más mutable.
El signo del carnero es el número 1, representado en el Tarot por el Mago, por lo que Aries siempre prueba nuevas cosas y propone nuevas ideas, esa es su verdadera esencia.
El día en que Aries no esté entusiasmado por alguna actividad que le robe toda su atención, es hora de preguntarse si no le pasa algo, ya que solamente un Aries enfermo o deprimido no se dedica a planificar una nueva aventura, un nuevo viaje o un nuevo proyecto vital.
2. Que no sea inmaduro
No le pidas que no tenga un espíritu infantil, confiado y optimista. Gran parte de la fuerza de Aries reside en su luminosa energía llena de optimismo, seguridad y confianza.
Una pureza de la que le dota su espíritu de niño curioso y valiente, incapaz de entender dobleces, malas intenciones o caminos escabrosos.
Este signo de fuego siempre será dueño de un espíritu honesto y cargado de inocencia como el que adorna y protege a los niños en su inocencia primordial.
No le pidas, aún después de sufrir una traición o una decepción, que no vuelva a confiar o que deje su generosidad de lado. Aries no es así y nunca lo será por muchos palos que le dé la vida y mejor para él, porque eso explica su infinita buena suerte.
3. No le pidas que no sea testarudo
Aunque sus niveles de terquedad no llegan a la inmovilidad de Tauro, si es verdad que no es que sea una persona más fácil de convencer y hacer que abandone una idea que tiene entre ceja y ceja.
Y aquí, una verdad del zodíaco en primicia para nuestros lectores: todos los signos que tienen cuernos en el Zodíaco, son bastante tercos. Y esto hermana a Aries, Tauro y Capricornio.
El peligro de su terquedad es que no suele consultar con nadie sus intenciones, por lo que no deja lugar a intentar convencerle de que cambie de opinión. Cuando te enteras de sus planes, es muy posible que ya los haya llevado a cabo.