¿Cuál es el lado oscuro del Rey del Sol? Pues obviamente la cara oculta más conocida de cualquier Leo es que son sumamente ególatras.
El culto a ellos mismos es, sin duda, su mantra. Tanto que a veces pueden llegar a parecer (y ser) arrogantes ante los demás.
Los Leo son presumidos y les encanta llamar la atención. Pero lo que más les gusta es que les adulen.
Pueden llegar a perder la razón si alguien les adula y reconoce lo increíbles que son en la vida, tanto en el aspecto físico como en sus logros personales y profesionales. Tanto es así, que son algo susceptibles a ser manipulados por personas que quieran aprovecharse de ellos.
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El síndrome del Sol
Algo innato en los Leo, es que no pueden evitar sentirse el centro del Universo, como lo es el astro que les rige, el Sol, y esperando que los demás actúen en función de ellos.
Esta característica puede hacerlos líderes autoritarios y dominantes, que infunden algo de miedo.
Aunque son seres sumamente sociales que necesitan a los demás para vivir, por lo que se preocupan por caer bien, muchas veces, cuando son líderes, las personas no se atreven a enfrentarlos, porque saben que Leo les atacará con todo lo que tienen.
Y es que Leo puede llegar a ser cruel cuando se enfada. Además, cualquier persona que le conozca sabe que, en el momento del enfrentamiento, pocas veces ganará, ya que este signo de fuego es un tanto inflexible por la condición fija que posee.
Sin duda, a cualquier Leo le cuesta mucho cambiar de opinión.
La frustración, compañera en la sombra de Leo
Los Leo gustan de ser escuchados, de mandar y llevar la voz cantante y, cuando no lo logran, se frustran, enojan o incluso pueden llegar a hacer daño a las personas con palabras hirientes.
Sin embargo, eso no significa que los Leo sean malas personas. De hecho, son personas sumamente generosas y muy caritativas. Simplemente, a veces, les pierde su ego.
El egoísmo versus la humildad
Por otro lado, los Leo son uno de los signos más materialistas del Zodiaco. Adoran “tener”. Tener dinero, tener lujos, tener poder, tener éxito…
Esta característica oculta les puede hacer pensar que nunca cometen errores, pensar que son perfectos o “casi perfectos”, que no hacen nada mal, que los que se equivocan son los demás.
Hasta el punto de provocarles serios problemas en sus relaciones afectivas y laborales. Obviamente todas las personas se equivocan, también los Leo.
Las dosis de humildad son indispensables para este signo del zodiaco, por ello es muy positivo que los Leo nunca pierdan el norte con actividades que les hagan reconocer las capacidades de las personas, por ejemplo, voluntariados sociales o actividades deportivas.
Bajarse del pódium de los dioses y ser, de vez en cuando, uno más es muy beneficioso para cualquier persona nacida bajo el influjo de Leo.
Los Leo en pareja son caprichosos
En el amor, son grandes parejas, aunque si se enamoran de una persona que no suele expresar con palabras las virtudes que tienen, lo pasan fatal.
Y es que los Leo necesitan sus dosis de adulación diaria, mucho más de sus parejas. La falta de esa adulación puede hacer incluso que decidan abandonar la relación, a pesar de sus sentimientos.
En realidad, aunque los Leo parece que disfrutan de una autoestima poderosa, en el fondo de ellos son un poco inseguros, por lo que necesitan la aprobación constante de los demás mediante halagos.
Sin embargo, es difícil que un Leo sufra de baja autoestima, porque si no encuentran a alguien que reconozca sus virtudes, ellos mismos se las dirán día a día mirándose al espejo.