El lado oscuro de Aries, el primer signo del Zodíaco, regido por el planeta nombrado como el Dios de la guerra Marte y por el elemento fuego, es apasionante.
Aries es un signo cardinal, lo que quiere decir que su actitud es la de iniciar cosas, promover acción y en su caso particular hay que multiplicar esta cualidad por mil, porque Aries es el empuje y la iniciativa. Por eso la naturaleza los dota de una gran vitalidad y energía. Representa el nacimiento de la primavera, o sea de la vida que resurge después del frío invierno.
Es también el bebé del Zodíaco, lo que quiere decir que posee una candidez y una ingenuidad muy propias de la inocencia infantil. Además, es el signo del Yo, del ego que aunque domesticado no deja de ser la terrible instancia psicológica que tantos problemas genera espiritualmente si no se sabe dominar.
El carnero que lo representa y sus cuernos, sobretodo sus cuernos, ejemplifican esa cualidad ariana de seguir sus objetivos y embestir lo que se atraviese ante ellos sin mucha delicadeza ni rodeos. Y aunque este es un signo con mucha fuerza y enormes cualidades, también tiene un lado oscuro, como todos, que tiene mucho que ver con sus mismas cualidades desequilibradas o mal encaminadas.
Tabla de contenidos
La impaciencia y exigencia del lado oscuro de Aries
Al poseer esa gran energía Aries puede fácilmente volverse impaciente y muy exigente con los demás, pretendiendo que la gente actúe a la velocidad que él desea que actúe. Cuando Linda Goodman (una ariana célebre) describe a Aries dice que los carneros no son conscientes más que de sí mismos porque son los niños del zodíaco.
Totalmente absortos en sus propias necesidades a los bebés no les importa montar un escándalo a las cuatro de la mañana porque les duele la pancita o porque están mojados, cuando quieren algo lo quieren sin demoras y los nativos de este signo a veces pueden caer en esa actitud y si tienes un jefe Aries por ejemplo, y a él se le ocurre algo espectacular a las tres de la mañana podría llamarte por teléfono para contarte su magnífica idea, sin importarle si te desvela o si esas no son horas de llamar.
El oscuro egoísmo ariano
Otra de las características del lado oscuro de Aries es este temperamento tan imbuido en sí mismo los puede volver egoístas, porque por más que sea a un bebé se le perdona que lo despierte a uno a las tres de la mañana, pero si se trata de personas adultas nos puede parecer una muestra de desconsideración. Y desconsideración es una de las cosas de las que más acusan a Aries. Y es que la dificultad para ponerse en los zapatos de los demás provoca continuos roces y puede “considerarse” en muchas ocasiones agresiva.
Los enfados de Aries
Y esa es otra, Aries tiene un carácter terrible. Si no queremos despertar el lado oscuro de Aries, lo mejor será no sacarlo de sus casillas porque si algo no sabe hacer muy bien un Aries es medir sus palabras. Cuando está poseído por la ira (y esto le puede suceder con cierta facilidad, ya sabemos, los bebés se disgustan fácilmente) es capaz de expulsar sapos y culebras por la boca y generar en gente muy sensible profundas heridas.
Este rasgo lo aprenden a controlar los Aries con el tiempo, generalmente con la estrategia de huir cuando ven que algo los puede sacar de quicio. A su favor hay que decir que no son gente rencorosa ni que guarde dentro de sí malas ideas o estrategias vengativas. Vamos, que no son Escorpio o Capricornio. Cuando Aries supera su ira (y también lo hace muy rápido como los bebés) puede volverse en un segundo la persona más encantadora del mundo.
La temeridad e imprudencia del carnero
Suelen ser gente intrépida y poco temerosa pero cuando esto está mal aspectado pueden volverse temerarios e imprudentes y arriesgarse en deportes peligrosos o situaciones agresivas. Es decir, Aires es valiente, pero a veces, a su parte oscura, le gusta jugar con fuego y aunque estés regido por el elemento fuego no quiere decir que no te puedas quemar.
Por ejemplo, como Aries no es muy prudente puede contestarle con igual ahínco y energía a un policía o a un delincuente armado, lo que puede ponerlo en aprietos (en ambos casos).
Este comportamiento temerario de los Aries se manifestará en algún momento de su vida, no necesariamente como una constante, pero una característica ariana es tener cicatrices o marcas de quemaduras, producto de accidentes ya que cuando la impaciencia se casa con la temeridad suele tener hijos accidentados.
Toma nota: 6 Cualidades Fascinantes de Aries