Las parejas formadas por los signos de Cáncer y Aries poseen una compatibilidad media. Al principio de la relación puede surgir entre ambos una conexión muy especial unida a una atracción sexual tan irresistible, que se quedarán «enganchados» irremediablemente a este flechazo a primera vista.
Pero aunque Cáncer y Aries formen una pareja que puede llegar a funcionar bien, tienen por delante un largo camino de altibajos y un gran trabajo personal para llegar a compenetrarse, siempre y cuando tengan como deseo común apostar por su relación y luchar por ella hasta el final, porque a medida que la relación avance, se irán haciendo cada vez más evidentes las muchas diferencias que los separan.
Luces y sombras de la relación formada por Cáncer y Aries
- El equilibrio perfecto de esta pareja se basa en que Aries le brinda a Cáncer pasión y entusiasmo, mientras que al lado del cangrejo, Aries es capaz de calmar sus nervios y encontrar el sosiego necesario.
- Si al final no llegan a cuajar como pareja, la relación de amistad que se forja entre Cáncer y Aries si que merece la pena, ya que de esta manera, siendo amigos, son capaces de respetarse y entender mejor los puntos de vista tan diferentes que poseen, así como las necesidades emocionales que los caracterizan.
- Durante la relación suelen producirse choques inevitables, porque la característica impaciencia de Aries colisiona con la forma más calmada que posee Cáncer para actuar y tomar decisiones. Mientras que Aries quiere acción sobre la marcha y prefiere decisiones inmediatas, Cáncer necesita su tiempo de reflexión y escuchar diferentes opiniones sobre cada cosa.
- Y es que quizás sea esta actitud de Cáncer, la que en el fondo más irrite a Aries, mientras que a Cáncer le molesta que Aries pueda creer que siempre tiene la razón y que sus decisiones son las correctas, porque Cáncer le tiene pavor a equivocarse y a las malas decisiones. Seguramente fue una pareja formada por estos signos la que inventó el contrato prenupcial.
- Cáncer hará todo lo necesario para complacer a Aries, algo que sin duda le encantará al signo del carnero, por lo que intentará acoplarse al ritmo desenfrenado que marca el signo de fuego, pero esto a la larga también puede llegar a producir roces debidos a los cambios de humor y exigencia de Cáncer, que si no los expresa en su momento para no herir a Aries, llegará un momento que explotarán en forma de reproches, algo que desgastará mucho la relación.
- A Aries lo que le vuelve loco realmente de Cáncer es su entrega incondicional, su predisposición natural para hacerse cargo de sus necesidades y sobre todo la admiración que le dispensa. Aries gana en seguridad y confianza en si mismo, mientras que Cáncer encuentra un terreno fértil dónde cultivar su intuición y un lugar sólido dónde mantenerse a salvo cuando las dificultades aparecen.
- Los dos son signos cardinales por lo que esto aporta a la relación la flexibilidad y movimiento necesarios para no quedarse estancados en la rutina. Cáncer adora de Aries su sentido del humor y ambos coinciden en ser prácticos cuando la situación lo requiere.
- Una gran prueba a la que se enfrenta esta pareja es la de los celos. Aries reacciona escapando a la situación sin llegar a encararla del todo, mientras que Cáncer se encierra en su caparazón, hirviendo a fuego lento durante años. Esto hace mella en su comunicación y bienestar general, creando tensiones en la pareja.
- A pesar de todo, puede ser una buena relación, siempre y cuando Aries aprenda a controlar su impaciencia y conceder a Cáncer su tiempo y ritmo naturales, además de brindarle la seguridad amorosa que necesita. De esta manera puede fortalecerse la relación y Cáncer abrirá su caparazón del todo, mostrando el estilo inigualable de su amor salvaje e imaginativo que cautivará por siempre al carnero.
- Pero siempre habrán peleas entre estos dos signos, casi todas a causa del egoísmo de Aries y la desconfianza de Cáncer, pero el amor si es fuerte puede sobrevivir a las tempestades. Sobre todo cuando las veladas de reconciliación son al final, lo mejor de esta pareja, dónde la sensualidad se funde con encuentros amorosos sensacionales, que mantienen viva la llama de la pasión.