Libra, el séptimo signo del Zodiaco, rige la casa de las relaciones, el matrimonio, los otros y además es un un signo de aire y está regido por el planeta del amor, la belleza y el arte Venus. Comparte planeta regente con Tauro, pero a diferencia de éste, la Venus de Libra es la Venus Urania, es decir, una representación de Venus, menos terrestre y sensual que la Venus que rige a Tauro.
Aunque a diferencia de sus amigos Escorpio, Libra suele tener fama de diplomática, encantadora y hasta equilibrada, esto es solo una mínima parte de la expresión de una Libra, ya que como recuerda la célebre astróloga Linda Goodman, hay en el signo de Libra una incongruencia que pasa por ejemplo por cosas como que, aunque amen la vida social, no toleran las multitudes, u oscilen inquietamente entre dos extremos como una balanza de boticario de esas antiguas que eran incapaces de detenerse por un momento.
El amor propio de Libra
Dicen que Libra es un mediador nato, pero quien conozca a alguien de este signo, sabrá de esa manía pendenciera de estarle dando la vuelta a la tortilla ante cada argumento que cualquiera le esgrima. Otra cosa es que se ponen rebeldes y se niegan a recibir órdenes. Y luego, como si no pasara nada, vuelven a ser las mismas encantadoras de siempre.
Esta continua contradicción entre rasgos opuestos (hablar hasta por los codos o volverse, sin razón aparente, las más amargadas de la fiesta) puede ser uno de los rasgos más problemáticos para Libra y lo que debe controlar para sacar la mejor parte de sí.
Esta perpetua oscilación, que puede parecerse a la volubilidad geminiana o pisciana, tiene como base una terrible inseguridad y una necesidad de pensar demasiado las cosas antes de tomar una decisión. Por lo que Libra deberá, para sacar la mejor parte de sí misma, cultivar la seguridad en sus propias ideas y valores, lo cual tiene mucho que ver con confiar en sí misma, con amarse y respetarse.
En el equilibrio es dónde se encuentra lo mejor de Libra
Libra suele tener muy en cuenta las opiniones y juicios de los demás ya que suele ser una observadora también bastante juiciosa e implacable. Esta capacidad aguda de observar y de respetar a sus semejantes es una de las mejores cualidades de Libra y tiene mucho que ver con su enorme sentido de la justicia.
Sin embargo, si Libra está desequilibrada puede darle más peso a las opiniones ajenas que a las suyas propias o, a la inversa, vivir en una eterna confrontación y rebeldía contra esas opiniones con el fin de reafirmarse. Y es esa tendencia a desplazarse hasta los extremos la que Libra debe evitar para ir poco a poco logrando una estabilidad psicológica, emocional y afectiva.
Cuando Libra se encuentra centrada es una persona maravillosa, con una gran compasión y gusto por vivir y que demuestra una consideración y una empatía por sus semejantes bastante desarrollada. Son personas que se preocupan por el bienestar de sus semejantes y tratan de luchar contra las cosas que les parecen injustas.
Son amigos leales y capaces de dar los mejores consejos y como parejas ( y Libra para expresar toda su virtud necesita una pareja) suelen ser compañeras muy nutritivas y estimulantes para sus amantes. La regencia de Venus les dota de un gusto exquisito y suelen rodearse de arte y objetos hermosos, sí como manifestar en sus formas y actitudes una armonía y una dulzura que impregna a todo su entorno.
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