Ser terco es una de esas cualidades que, dependiendo del momento en que manifestamos esta actitud, podemos estar ante una capacidad enorme y positiva para mantenernos firmes en nuestros objetivos, dónde nadie nos hará cambiar de opinión.
Pero la terquedad también puede representar una frontera a la hora de dar rienda suelta a nuestro destino, porque nos impele a tener ideas fijas y obsoletas, impidiendo que los cambios sucedan. Puede que, en ocasiones, o bien necesitemos tener cerca a una persona terca o, por el contrario, debemos alejarnos un poco de esta sensación de no poder avanzar con alguien.
Aries eres terco cuando te conviene o estás frente a una persona que tiene esa capacidad enorme para sacarte de tus casillas. No va a darle el brazo a torcer bajo ningún concepto, más bien al contrario. La competitividad por ser el último en decir la última palabra será lo que te haga lanzarte a seguir tus ideas.
El signo de Tauro es de aquellos que se llevan la palma siempre. Son tercos por naturaleza , es imposible hacerles cambiar de opinión. Salirse con la suya pasa por buscar personas que sean dóciles o se pueda hablar con ellas, es capaz de convencer a cualquiera, pero al contrario es casi imposible. Nunca rectifica.
El signo de Géminis tendrá serios problemas para poder afrontar algunas contradicciones. Estará preparado para cambiar de opinión tan rápidamente que la terquedad no es lo suy o, más bien al contrario se deja convencer demasiado por las ideas de los demás y eso puede ser algo malo a la larga.
Cáncer está preparado para cambiar de opinión cuando sea
necesario, para este signo no perder de vista a esas personas que son
importantes lo es todo. No se mantendrá en sus casillas si sabe que alguien
querido no lo permite. De esta forma es una persona poco terca, solo cuando no
tiene a nadie que le guie.
El signo de Leo estará preparado para entregarse por
completo a sus ideas. Es terco hasta la saciedad, quiere mandar en todo y no
dejará que nada o nadie se interponga en esos objetivos marcados que tiene. Es
así hasta que llega hasta la meta, entonces cambia por completo y vuelve a
seguir a los demás.
Las ideas de Virgo están grabadas a fuego, no para de pensar
siempre lo mismo. Entra en un bucle que puede llegar a ser peligroso. Para
salir de él será mejor que empiece a visualizar la realidad de una forma
totalmente distinta. En general es terco hasta que alguien le muestra una
solución distinta y lo convence de ello.
Libra es un signo de aire que no tiene nada de terco es los
más fáciles de llevar que existen. Las personas nacidas bajo su influencia
siempre están preparadas para poder ejercer una serie de modificaciones
necesarias a medida que van avanzando, se deja llevar porque sabe que realmente
es lo que más le conviene.
El signo de Escorpio es alguien que realmente cuando se propone algo nadie le para. La fuerza de voluntad a veces se confunde con la terquedad, aunque no siempre. Para acabar con sus ideas es necesario alguien muy poderoso, algo que casi nunca puede suceder. Solo cuando llegue a un muro muy alto se detendrá.
Sagitario no es que sea terco es que a veces es egoísta. Esa
forma de pensar solo en sus cosas es lo que le acaba condicionando
especialmente dejando abandonado en ciertos momentos a otras personas. Tendrá
que dejarse llevar algunas veces si quiere dejar de ser tan terco o tendrá
algunos problemas de pareja.
El más terco del Zodíaco es sin duda este signo. Se trata de
una persona que ha estado condicionada por unos objetivos que no abandona, en
todo lo que se refiere a la gestión del dinero, nada puede detenerle. Se
enfrentará a quien sea para obtener todo lo que siempre ha deseado, no tendrá amigos
en el trabajo.
Acuario realmente este signo no es nada terco. Como buen
signo de aire si está en buena compañía con personas inteligentes pueden
convencerle de cualquier cosa, de hacer o no hacer algo que le encante o no. No
teme a nada y eso lo hace ser alguien dispuesto a abrirse y no cerrarse en
banda.
Este signo no es terco en absoluto, tiende a ser demasiado
dócil para los suyos. Hasta que llega el día que se pone firme y deja a todos
con la boca abierta. En ese momento se empieza a ver su verdadera cara, una
persona con principios que realmente solo lo pueden llevar aquellos que le
llegan al corazón.
